martes, 27 de marzo de 2018

LA LEY EN JESUCRISTO


           Jesucristo resume en el amor el cumplimiento de la ley:  "No debáis nada a nadie, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. Porque esto: no cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se resume: amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley." (Romanos, 13, 8-10).
           En el Sermón de la Montaña, Cristo fija nítidamente lo que es, y debe ser, el cumplimiento de la ley: "No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles su plenitud. En verdad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, no pasará de la ley ni la más pequeña letra o trazo hasta que todo se cumpla. Así, el que quebrante uno solo de estos mandamientos, incluso de los más pequeños, y enseñe a los hombres a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los cielos. Os digo, pues, que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos."(Mt. 5:17).
            Los escribas y fariseos hacían una interpretación formalista y egoísta de la ley. Jesús se enfrenta a ella y les hace ver que: las normas dadas por los legalistas, no son ley de Dios, sino inventadas para su utilidad y provecho (Mt. 15, 5-6); el hombre no está hecho para la ley, sino la ley para el hombre (Mc, 2, 23-28); no basta el cumplimiento exterior de la ley, sino que es necesaria la conversión del corazón (Mt. 15, 2); el cumplimiento de la ley no debe conducir a una actitud de suficiencia ante Dios ni de desprecio ante quienes no la conocen ni cumplen (Lc. 18, 9-14), sino al amor a Dios y al prójimo.
            Aunque la mayoría de los pueblos que formaban parte del Imperio Romano tenían sus propias leyes, a principios del siglo I el Derecho Romano se había impuesto en casi toda la cuenca mediterránea. La ocupación imperial había desarrollado un corpus legislativo aplicable tanto a los ciudadanos romanos como al resto de la población. El pueblo de Israel, aunque sometido al Imperio, disfrutaba también de una ley propia: la ley de Moisés, un ideario ético por el que Dios invita a su pueblo a seguir sus instrucciones. Colisionan las dos leyes en tiempos de la vida pública de Jesús: en cierta ocasión, Jesucristo eludió la trampa saducea que le tendían los fariseos y los seguidores de Herodes, cuando le preguntaron si era lícito que los judíos pagaren el tributo a las autoridades romanas. Él pidió un denario y preguntó quién era la figura representada en la moneda, y le respondieron que César. Entonces, les dijo: "Dad, pues, a César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios." El gobernador romano Poncio Pilato se vio obligado a decirle a la turba exaltada que pedía su crucifixión: "No encuentro delito en este hombre... Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley. Y para quedarse tranquilo, se lava las manos mientras dice: Soy inocente de esta sangre; vosotros veréis." (Mt. 27-24).
           La vieja aspiración histórica a establecer un "gobierno de leyes" dio lugar en la cultura jurídica europea al ideal del imperio de la ley, piedra angular en la que se sustenta la legitimidad de nuestros ordenamientos jurídicos vigentes, herederos de las máximas romanas Dura lex, sed lex (dura es la ley, pero es la ley) o Fiat iustitia, et pereat mundus. (Hágase justicia aunque perezca el mundo) que Hegel retrucó en su conocido: Fiat iustitia ne pereat mundus (Hágase justicia para que no perezca el mundo).

 

domingo, 25 de marzo de 2018

DOMINGO DE RAMOS


           El Señor se ha acercado a Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos. Primera estación y penúltima antes de la noche en blanco, vísperas de la Pasión. Al llegar al huerto, envía a dos de sus discípulos a recoger al asno atado, virgen de montura. "Desántelo y tráiganlo. Y si alguien os pregunta por qué lo desatan, respondan. El Señor lo necesita." (Lc, 19, 28-40). Y el Señor mira impaciente a la ciudad celestial, que esplende en las colinas, tras el torrente de Cedrón. Sabe lo que le espera: la traición de uno de los suyos, la condena, sin que nada malo hubiere hecho; el vía crucis por la Dolorosa; el llanto de las mujeres que le reconocen  y que limpian su sudor y gotas de sangre..., la crucifixión y la muerte redentora de los pecados del mundo.
           Ha montado el Señor sobre el asno y sobre los mantos que han tendido sobre su grupa. Los discípulos le escoltan camino de su gloria que ahora resplandece y del calvario que ignoran. La gente se arremolina admirando su figura sobre la humilde silla gestatoria que le conducirá a la ciudad. Avanza lentamente el cortejo y quienes le proclaman rey, extienden sus mantos sobre el camino, como el romero y el tomillo por las calles que, encarnado en la sagrada forma, recorrerá un día por los siglos de los siglos.
            Pletóricos de alegría, sus discípulos entonan cánticos y alaban a Dios por los milagros que han visto. Los fariseos piden al Maestro que les reprenda; pero Él, seguro de sí, les advierte: "Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras." Sabe el Señor que su Padre les dará el don de lenguas para ir por todo el mundo y esparcir su palabra como semilla de paz y de redención una vez que, resucitado, se presente a ellos y ascienda a los cielos.
            Las madres de los niños de los hebreos les han puesto la túnica y el turbante de fiesta para salir al encuentro del Señor. La liturgia de hoy canta el himno:  "Pueri hebraeorum,/ portantes ramos olivarum,/ obviaverunt Domino,/ clamantes et dicentes:/ Hosanna in excelsis." (Los niños de los hebreos salieron al encuentro del Señor, portando ramos de olivos, clamando y diciendo: Hosanna en las alturas). Los ramos que proclaman el triunfo de Cristo sobre la muerte en la Cruz.
           Baja el cortejo hasta el torrente de Cedrón. Ya solo se ven las murallas de Jerusalén en lo alto. El ascenso es lento, pero glorioso. Llora por dentro el Señor sabedor de lo que ha de venir. Entra ya el cortejo por la Puerta de los Leones, o Puerta de San Esteban. Ramas de olivo, olor a aceite virgen, el fruto recolectado, ahora subido a balcones y ventanas, hasta que mueran desgajadas de sus ramas, como el Señor de su tronco, tras su entrada triunfal en Jerusalén, para morir y tornar a la casa del Padre. "Hosanna in excelsis".

viernes, 23 de marzo de 2018

JUAN RODRÍGUEZ SUÁREZ, FUNDADOR DE LA TERCERA MÉRIDA


            Juan Rodríguez Suárez (Mérida, Extremadura, 1510; Barquisimeto, Venezuela, 1561) fue un explorador, conquistador, poblador y gobernador colonial en la época del rey Carlos I de España en las actuales repúblicas de Colombia y Venezuela. En esta última fundó el 9 de octubre de 1558 la tercera Mérida del mundo --tras la extremeña, fundada en el 25 a. C. por el emperador Octavio Augusto; Mérida de Yucatán (México), fundada el 6 de enero de 1542 por Francisco de Montejo y León "el Mozo"--,  a la que dio el nombre de Santiago de los Caballeros de Mérida en honor a la ciudad que lo vio nacer. La Mérida venezolana tuvo varios nombres: Mérida en Tierra de Jamuen, Ranchería de las Sierras Nevadas, San Juan de las Nieves y el citado Santiago de los Caballeros de Mérida que, al establecerse el régimen republicano en 1831, se quedó en Mérida. [1]

            El fundador de la tercera Mérida era hijo de Francisco Rodríguez y de Leonor Suárez. En su ciudad natal permaneció hasta los 30 años, en que partió a las Indias. [2] Su primer contacto con la Tierra Firme americana fue en territorio panameño, en la ciudad costera de Nombre de Dios, hacia el año 1540. Posteriormente se trasladó a Nueva Granada en compañía de Juan Maldonado y Lope Montalvo de Lugo y Solís. Aquí participó en varias acciones de conquista y estuvo en la ciudad andina de Tunja, fundada en 1539 por Gonzalo Suárez Rendón, donde convivió y compartió acciones castrenses con Francisco Ruiz y Diego García de Paredes y con el cronista Pedro Cieza de León.

            En 1541 se traslada a Santa Marta y recorre el recién fundado Nuevo Reino de Granada, con las huestes de su coterráneo Jerónimo Lebrón de Quiñones, quien se lanzó a la conquista de la altiplanicie andina en busca del mítico el Dorado. En la conquista y fundación de la Pamplona andina destaca como soldado. Por ello, en 1554 es nombrado regidor y el 1 de enero de 1558, alcalde honorario de la ciudad. En 1558, el cabildo le designa para que fuese a buscar y descubrir minas, tarea que emprende el mismo año con 57 hombres. Rodríguez Suárez y sus hombres marcharon hacia la Sierra Nevada, desde los llanos de Cúcuta hasta el valle de Santiago. Desde allí pasaron al Realejo donde, en los primeros días de octubre de 1558, fundaban el primer asiento de Santiago de los Caballeros de Mérida (Venezuela) y nombraban al cabildo que regiría la ciudad. Suárez envía emisarios a Pamplona para notificar la fundación de la ciudad. Las autoridades los encierran por haberla fundado sin autorización. La enemistad entre Rodríguez Suárez y Juan Maldonado se hacía evidente. En febrero de 1559, este último llegaba a Mérida al mando de 60 hombres con la misión de prenderle; le arrestan y lo remiten a la Real Audiencia de Santa Fe. Maldonado consideraba que Rodríguez Suárez no era "cristiano viejo", por ser converso o tener ascendencia morisca, además de tener competencias castrenses y porque los dos pretendían a María de Velasco, hija del capitán Ortún Velázquez de Velasco, residente en la Pamplona neogranadina.

            En 1559 se inició el proceso, en el que se le acusaba de cometer atropellos, vejaciones y crímenes contra sus hombres y los indios de la comarca merideña (gentilicio de la tercera Mérida). Rodríguez Suárez negó todos los cargos, excepto el de haber fundado Mérida, lo que justificó a petición de sus soldados y amparándose en la real provisión de 27 de diciembre de 1535, en la que se autorizaba al Cabildo de Pamplona para buscar minas en la zona de Sierra Nevada y poblar en las inmediaciones de aquellos parajes. No obstante, se pidió para él la pena de muerte y la confiscación de sus bienes. Logró huir y se refugió en una iglesia cercana. De allí pasó a la casa rectoral del obispo fray Juan de los Barrios, que le brindó asilo; pero la justicia lo prendió de nuevo y volvió a prisión. El 21 de enero, con la ayuda del obispo, escapó de nuevo junto a dos de sus hombres. Buscaron refugio en Trujillo (Venezuela), que pertenecía a la Real Audiencia de Santo Domingo. Aquí, el capitán Diego García de Paredes, del que era amigo, le acogió y protegió. La Real Audiencia de Santa Fe insistió en su empeño de apresarle y envió una comisión. Les despacharon diciendo que no entendían los papeles.... Asentado en Trujillo, encontró acomodo en las milicias locales que aspiraban a conquistar y poblar la comarcas de los indios "caracas". A finales de junio de 1561 emprendía la marcha hacia los parajes que habitaban aquellas tribus belicosas de la región centro norte costera de la actual Venezuela y, tras diversas escaramuzas con los indios, fundó la villa de San Francisco, primitivo asiento de Caracas, futura capital venezolana.

            El 2 de septiembre de 1561, el rebelde López de Aguirre desembarcó en Borburata y, camino de Barquisimeto, cometió con sus marañones asesinatos y tropelías. Rodríguez Suárez salió al encuentro para terminar con ellos, pero los aborígenes que les seguían, los cercaron y, después de tres días de lucha,  le dieron muerte a él y acompañantes a finales de septiembre.

            Mérida tuvo 3.300 aborígenes y 150 familias de origen español a mediados del XVII, que, en 1763, aumentarían a más de 2.000 ciudadanos de origen español y otros miles más de aborígenes.. En 1628, los jesuitas fundaron un colegio en la ciudad que funcionó durante siglo y medio. En 1788, Mérida fue elevada a sede episcopal por el papa Pío VI, siendo fray Juan Ramos de Lora su primer obispo, quien creó el Seminario de San Buenaventura, base de la Universidad de los Andes. [3] La ciudad tuvo una importancia decisiva en la independencia de los países sudamericanos de sus colonias. En 1813, su habitantes ayudaron a Simón Bolívar a cruzar los Andes durante la Campaña Admirable, a quien le otorgaron el título de Libertador ese mismo año. [4]



viernes, 16 de marzo de 2018

WIKISPACES Y WIKIS


           Hubiéremos de comenzar por definir estos dos vocablos instalados en la comunicación virtual. ¿Qué entendemos por wikispaces y por wikis? La primera es un servicio de alojamiento web gratuito, lanzado en 2005 por Tangient LLS y adquirido por Wikispaces Educación en marzo de 2014. Wiki es un sistema de trabajo informático utilizado en los sitios web que permite a los usuarios modificar o crear su contenido de forma rápida y sencilla.
            Hay un extremeño de El Torno (Cáceres) que, como algunos otros, se dedicaron en su adolescencia a guardar los rebaños de cabras y ovejas de la familia. Feliciano Robles Blanco es uno de ellos. Un día, un tío suyo llegó al pueblo para ver a la familia y presentarle a su esposa. La tía política le animó a irse a su ciudad para aprender un oficio. Trabajó y estudió, a la vez, en Manresa, Ingeniería Técnica Industrial y aprobó una plaza de profesor de instituto de Tecnología de la automoción. Cursó también Ciencias de la Educación. Otro día se interesa por las nuevas tecnologías y descubre la gran enciclopedia, Wikipedia, que no le agrada del todo, porque prefiere trabajar en equipo. En Facebook lo logra y mantiene relaciones con historiadores, artistas y académicos. En Wikispaces forma equipos con los que trabaja de forma libre y gratuita por la cultura. Nuestro personaje mantiene dos líneas de trabajo: personajes ilustres y ciudades históricas.
 
            Ha elaborado una web dedicada a los extremeños ilustres (http://extremenosilustres.wikispaces.com/) que contiene las biografías de 178 personajes, que merecen ser considerados como tales, clasificados en diecinueve categorías profesionales. Además, ha realizado otras webs dedicadas a personajes ilustres andaluces, aragoneses, asturianos y castellano-manchegos. Y wikis dedicadas a ciudades históricas, como Zaragoza, Trujillo, Plasencia, Cáceres, Gijón, Oviedo, Cádiz, Almería y Sevilla. Todas estas wikis han sido consideradas por Wikispaces con categoría Plus por su alto valor pedagógico.
            De cabreros a emigrar para triunfar y seguir trabajando por la cultura, ya jubilados, en su tierra. Las wikispaces y wikis de Feliciano abren un espacio infinito en el secarral antes solo para animales, como los que un día cuidara en el monte y en la dehesa. 
 

viernes, 9 de marzo de 2018

SORORIDAD ANTE EL TECHO DE CRISTAL


           El hecho de que la Fundación del Español Urgente (FUNDEU-BBVA) tuviera que salir al paso para aclarar que el feminismo no es antónimo de machismo, ilustra bien a las claras la necesidad del bastonazo dado ayer, 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, por las mujeres españolas en su histórica movilización por la igualdad, en manifestaciones y paros, que han unido su condición femenina ante el techo de cristal al que aún se ven sometidas por la sociedad patriarcal, o gobierno de los hombres.
 
            Según el Diccionario, feminismo es "el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre" y "el movimiento que lucha por la realización" de esa igualdad. En cambio, el machismo es definido como "actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres" y "forma de sexismo caracterizada por la prepotencia del varón". No son términos, pues, equiparables, señalaba Fundeu, ya que el feminismo es la búsqueda de la igualdad entre sexos, mientras que el machismo supone una preponderancia del varón. Los antónimos son palabras que tienen un significado opuesto: grande versus chico, alegría versus tristeza...
            Quizá la culpa de este confusionismo venga de posicionamientos previos de algunos políticos quienes, días antes, del 8-M, ofrecieron versiones distintas y distantes sobre el concepto del feminismo y la igualdad. Así, la ministra de Sanidad, Igualdad y Servicios Sociales, Dolors Monserrat, manifestó que, para ella, ser feminista era una etiqueta y, aun así, defendía la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, afirmación que produjo una indignación en las redes. Del mismo modo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, no le fue a la zaga al manifestar su opinión sobre el feminismo, al que defendió por su importante papel en la lucha por la igualdad; pero consideraba, a un tiempo, esa fase como superada, al haberse "identificado en ocasiones con la defensa de las mujeres", pero "a costa de ir contra los hombres", que deben ser "nuestros aliados, no nuestros enemigos". Por si fuera poco, ambas expresaron su deseo de hacer "una huelga a la japonesa" --una leyenda urbana muy extendida, según la cual los japoneses trabajan más de lo habitual como medida de presión--; sin embargo, en el país del Sol naciente no se hacen este tipo de huelgas, sino paros convencionales o huelgas de celo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desautorizó a las dos al afirmar que "no me reconozco en una huelga a la japonesa". Ayer, durante la reunión del Partido Popular Europeo celebrada en Valencia, se limitó a decir que seguirá trabajando "en la defensa de la igualdad real entre hombres y mujeres"...
            La jornada del 8-M nos ha traído también un vocablo y un sintagma que, no por utilizados ya, son desconocidos por la mayoría. Sororidad y techo de cristal. ¿Qué entendemos por tales? El primero, según la RAE, es la agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo. Alude, pues, al término feminista o a la relación de solidaridad entre mujeres. El vocablo proviene del latín --soror, sororis--, en castellano, hermana (de las dos formas son conocidas las monjas), en oposición a frater, fratris, hermano en castellano. La sororidad es el hermanamiento femenino entre mujeres. Por techo de cristal, en cambio, entendemos la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones. Es el hecho que limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y seguir avanzando. Es de cristal porque no existen leyes o dispositivos sociales establecidos que impongan una limitación explícita en la carrera profesional de las mujeres. En principio, el sintagma aludía a las dificultades con que se topaban las mujeres que se acercaban a la parte superior de la jerarquía corporativa y les bloqueaban la posibilidad de avanzar en su carrera profesional a cargos de nivel ejecutivo.
            Un claro ejemplo del techo de cristal hacia las mujeres ha sido el protagonizado recientemente por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, --rodeado ayer de las mujeres de su ejecutiva en la manifestación de Madrid-- tras haber vetado a Elena Valenciano, exvicesecretaria general de su partido y eurodiputada, para convertirse en la nueva presidenta del Grupo Socialista en la Eurocámara por haber prestado su apoyo a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en las elecciones a la Secretaría General del PSOE. "No quiero ni pensar que sea por el apoyo que me dio a mí", afirmaba la lideresa andaluza. Pues sí, señora, sí. Solo por eso, que tantos barones le han criticado. Y ayer se solazaba diciendo que "estamos ante un momento histórico de la sociedad española, que ha sido liderado por las mujeres de este país" (véase hhhp:// www. antena3.com.). Ayer, por una vez, estaban todas, no "todos ni todas" ni "compañeros ni compañeras". Solo había sororidad, pero ante un techo de cristal... O se pasan o no llegan ciertos hombres.
      

domingo, 4 de marzo de 2018

LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MARTÍN DE TOURS DE TRUJILLO


           La iglesia parroquial de San Martín de Tours de Trujillo es uno de los templos más antiguos de la ciudad, construido en lo que entonces se conocía por arrabal de la villa y que, con el tiempo, llegó a ser el centro neurálgico de la misma. El autor, cronista oficial de su ciudad y académico correspondiente de la Historia, nos ofrece en este nuevo libro la historia del templo que domina con su majestuosidad la plaza mayor, la historia de su fábrica y las obras escultóricas y pictóricas, así como las obras de platería y orfebrería, el arte mueble y las piezas litúrgicas que se conservan en el mismos.
           Los historiadores han centrado más sus estudios en la iglesia de Santa María la Mayor que sobre el  templo de San Martín. El autor ha considerado, por ello, sacar a la luz esta obra sobre esta última iglesia, situada desde el siglo XV en la plaza de la ciudad, y, por ello, la iglesia más concurrida entre los fieles de la villa y los visitantes. El templo refleja en su majestuosa fábrica, el paso del arte gótico al renacimiento, con innumerables restos medievales que aún se pueden apreciar. La fachada  --sobria, contenida y elegante, como la califica el autor--  acusa el rigor del nuevo estilo renacentista y en su interior trabajaron los mejores arquitectos de mediados del siglo XVI: Diego de Nodera, Juan de Fradua, Pedro Hernández, Sancho de Cabrera, Alonso y Francisco Becerra, que acusan el tránsito al nuevo estilo.
            Su emplazamiento tuvo su origen durante la ocupación musulmana (713-1233) como mercado de ganados, que continuó a partir de la reconquista. Otro mercado de verduras y productos artesanales, se localizaba cerca del arco de San Andrés, junto a la Alberca, mientras que el de ganados se situó fuera de la muralla donde, con el tiempo, se formaría el arrabal de San Martín, la actual plaza mayor de la ciudad.
            La iglesia objeto del estudio se emplaza en el noreste de la plaza. La primera noticia que tenemos de ella data del 14 de marzo del año 1353, día en que se reúne el concejo en la iglesia para dar poder a Gonzalo Fernández de Añasco, al objeto de señalar y amojonar los ejidos en las aldeas en nombre de Domingo Juan de Salamanca, alcalde enviado por el rey para tal cometido y en el que se especifica que la iglesia se encuentra en el arrabal de Trujillo. En reiteradas ocasiones, el concejo se reúne en el portal de la iglesia, en la puerta de las Limas. Por otro lado, el templo aparece citado en un documento de 1440 como de "pequeñas dimensiones" y, con el paso del tiempo, se vio la necesidad de ampliarlo. Las Ordenanzas de la Cofradía de San Martín datan del año 1500. En 1529 no se había finalizado la obra. El edificio que hoy contemplamos es una fábrica del segundo y tercer cuarto de siglo del siglo XVI. El 7 de julio de 1496, cuando los Reyes Católicos hicieron donación del señorío de Trujillo a su hijo el príncipe don Juan, Fernando Gómez de Ávila, como su representante, tomó posesión de la ciudad y la fortaleza en su nombre en la iglesia de San Martín, acto en el cual se renovaron los cargos del concejo, corregidor y oficiales. Asimismo, en la iglesia juró los fueros, privilegios, buenos usos y costumbres el rey Carlos I de España y V de Alemania, en 1526, cuando iba camino de Sevilla para desposarse con Isabel de Portugal en los Reales Alcázares. Felipe II estuvo presente en la misa del 13 de marzo de 1583 y, posteriormente, el rey Felipe V. En este templo se celebra anualmente el novenario y la misa mayor en honor a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Victoria, venerada en su capilla del castillo.
            La iglesia de San Martín debe su nombre al santo obispo de Tours, natural de la ciudad de Sarabia (actual Hungría), que fue militar y, posteriormente, exorcista en Poitiers, junto a San Hilario, que le ordenó sacerdote, y al que puede considerársele un verdadero misionero, organizador de las primeras parroquias rurales y de la creación de numerosos monasterios en la Europa romanizada de entonces. En 2012 se llevó a cabo un importante proceso de recuperación de la torre-campanario por encargo del sacerdote Francisco García y la dirección del arquitecto José María Diz Plaza y bajo la supervisión arqueológica de Víctor M. Gibello Bravo. El objetivo de las obras consistió en recuperar las dos plantas ocultas de la torre para dar un uso posterior a las mismas y abrir los citados espacios al turismo, con un posible desarrollo museístico vertical, favorecido por la existencia en uno de los extremos de la torre de la escalera de caracol que comunica en toda su altura desde el coro.
            La primera noticia que tenemos de la iglesia de San Martín data del 14 de marzo de 1353, fecha en la que se reúne el concejo en la iglesia para dar poder a Gonzalo Fernández de Añasco, como se ha señalado anteriormente. En el siglo XVI se llevan a cabo las obras de ampliación de la pequeña iglesia hasta convertirla en el majestuoso templo que hoy podemos contemplar. En 1526  se amplió la fábrica desde el ábside para atender los actos litúrgicos. En 1540 se cerraba la capilla mayor. En 1544 se inició la construcción de la torre de las campanas con un volumen de planta cuadrangular, bajo la cual se situaba la capilla bautismal, realizándose un nuevo acceso a la torre desde el coro. Hasta el tercer cuarto del siglo XVI no se concluye la parte fundamental del conjunto parroquial. Durante las obras de restauración, conservación, consolidación y mantenimiento llevadas a cabo en el templo entre los años 2007-2013, bajo la escaleras existentes que permiten el acceso al coro, fueron localizadas cinco tumbas antropomorfas talladas en el granito, que corresponden al cementerio existente alrededor de la iglesia de San Martín. En la obra, el autor estudia las diversas partes del templo, los sepulcros y sus inscripciones, entre ellas las del teniente Jacinto Ruiz de Mendoza, quien falleciere junto a Daoíz y Velarde en la Guerra de la Independencia, quien estuvo inhumado frente a la capilla de la Victoria, de San Martín, y cuyos restos fueron trasladados al Campo de la Lealtad de Madrid el 12 de marzo de 1909,  al cumplirse el centenario de su muerte, con asistencia del alcalde de la ciudad, Grande de Vargas, y el cura párroco de San Martín, José Díaz Pulido.
            En el apartado de las obras pictóricas y escultóricas de la iglesia, el autor, destaca, entre otras muchas, los tres lienzos restaurados en la capilla bautismal bajo el patrocinio del mecenas de la localidad José María Pérez de Herrasti, entre ellos un óleo sobre lienzo que representa a la Inmaculada Concepción, de finales del XVII; otro óleo sobre lienzo con la representación de San Juan Bautista encarcelado, en un lateral de la capilla bautismal; una tabla del XVI con la representación del bautismo de Cristo; la talla de Nuestra Señora de la Coronada, con el Niño en brazos, cobijada bajo una hornacina, en el muro del Evangelio... En 1809, la agresión francesa destruyó la ermita de esta Virgen, trasladada después a la parroquia de Santiago, aneja al templo. En 1964, la imagen fue llevada a Madrid para ser restaurada, y volvió a San Martín para seguir recibiendo el culto de dulía. Está fechada en la primera mitad del siglo XIII, como la de Nuestra Señora de Monfragüe, posiblemente las más antiguas representaciones de la Virgen en Extremadura, tras la de Guadalupe. En la capilla de Santa Bárbara existe un retablo de arquitectura clasicista, obra de la segunda mitad del siglo XVII. En  el sepulcro de Francisco de Mendoza se conserva una interesante talla de San Antonio Abad, obra de principios del XVI. La iglesia de San Martín sufrió un robo sacrílego en 1986, en el que desaparecieron algunas obras de platería, así como un lienzo flamenco-alemán de finales del XVI, ya recuperado, que en la actualidad se conserva en la capilla de los Camargo.
            La platería de San Martín se caracteriza por contar con un interesante conjunto de piezas procedentes en su mayoría de los siglos XIX y XX.    
            Finalmente, en el apartado de arte mueble y piezas litúrgicas, el autor subraya un importante órgano barroco, posterior a otros anteriores, y el fabricado por el salmantino José Amador en 1563. El órgano de San Martín ha sido pulsado por grandes concertistas y musicólogos, como el francés Francis Chapelet, Esteban Sánchez, Miguel del Barco o José María Mancha. En la tribuna de los Vargas se conservan dos autos sacramentales manuscritos de Calderón de la Barca, impregnados de religiosidad y simbolismo teológico, fechados a mediados del siglo XVII.
            Esta última obra de José Antonio Rubio Ramos, cronista oficial de Trujillo y autor de más de cincuenta libros, la mayoría de ellos relacionados con la historia y el arte de Extremadura, constituye una notable aportación más al conocimiento de su ciudad, en este caso a la imponente iglesia parroquial de San Martín de Tours, conocida por todos los visitantes por su monumentalidad en la plaza mayor, tras la estatua de uno de sus más ilustres hijos, el conquistador Francisco Pizarro. La obra ayuda a conocer su pasado, su historia, el arte que atesora y los importantes bienes que guarda en su interior. Un hito más en una densa trayectoria de investigación que catapultan al historiador del arte a un sillón titular de una academia, que proporcione a sus ya innumerables estudios sobre la historia y el arte la necesaria voz nacional, de quien hace de la investigación rigurosa de estas parcelas del pasado, una ocupación y preocupación constantes del presente. (Prólogo al libro "La iglesia parroquial de San Martín de Tours de Trujillo", de José Antonio Ramos Rubio, cronista oficial de la ciudad. Edit.: Restaurante Mesón Hostal "La Cadena", Trujillo. Depósito legal: BA-071/2018).

viernes, 2 de marzo de 2018

BERNARDINO LÓPEZ DE CARVAJAL, DE OBISPO DE PLASENCIA A DECANO DEL COLEGIO CARDENALICIO


            Bernardino López de Carvajal (Plasencia, 1456; Roma, 1523) fue hijo de Francisco López de Carvajal, señor de Torrejón el Rubio, natural y vecino de Plasencia, y de Aldonza de Sande, hija de Álvaro de Sande, marqués de Valdefuentes. Enrique Flórez afirma, citando a Gil González, que era natural de Cáceres, de la ilustre familia de los Carvajales [1] y Pedro Díaz Cassou también lo da por nacido en Plasencia [2].  En la Universidad de Salamanca, de la que fue maestro y rector, obtuvo los doctorados en Derecho y Teología. Con el patrocinio del cardenal Mendoza, marchó a Roma donde sirvió como cubiculario (encargado de Cámara) a la órdenes del papa Sixto IV. Ordenado obispo en 1488, lo fue de Astorga (1488-1489) --"poco disfrutó don Bernardino esta Iglesia: pues al año siguiente de la elección pasó a otra. Por su prudencia y letras, fue estimado por los Reyes Cathólicos. Enviaronle por su embajador a Roma: y estando allí le dieron el Obispado de Astorga en 1488. Pero le mantuvo tan poco que, al año siguiente, fue trasladado a Badajoz, donde havía tomado posesión el 5 de noviembre de 1489" [3], y donde permaneció hasta 1493--;  de Cartagena (1493-1495), de Sigüenza (1495-1511) y de Plasencia (1521-1523). Proclamado cardenal por Alejandro VI en 1493, fue cardenal obispo de Ostia y decano del Colegio Cardenalicio de 1521 a 1523. "Como decano,  presidió la elección de dos pontífices: Adriano VI y Clemente VII. Y en la elección de este último tuvo muchos votos para el pontificado, como la historia pontifical refiere".[4] Ostentó igualmente los títulos de cardenal presbítero de los Santos Marcelino y Pedro (1493-1495), cardenal obispo de Albano (año 1507), cardenal obispo de Frascati (1507-1508), cardenal obispo de Palestrina (1508-1509)  y cardenal presbítero de la Santa Cruz de Jerusalén (1495-1511). Además, fue patriarca de Jerusalén (1503-1523), dignidad de la que fue excomulgado de 1511 a 1513; y cardenal obispo de Sabina (1509-1521), excomulgado igualmente en el mismo periodo del anterior. Se halla inhumado en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén de Roma, de la que era titular. "Dexó en Torrejón muchas reliquias, y en Cáceres, de donde su madre era natural, una reliquia notable de la Santa Cruz de Cristo. Fundó algunas capellanías y acrecentó la grandeza de su casa." [5]
 
            Bernardino López de Carvajal ejercía como embajador de los Reyes Católicos en la Curia y confiaba ser elegido papa tras el fallecimiento de Alejandro VI (1503); pero ni entonces, ni un mes más tarde, tras la muerte de Pío III, logró su objetivo. José Luis de Guereñu Polán [6] dice de él que fue un personaje ambicioso y sediento de poder, muy influyente en el papado de Alejandro VI --el papa Borja que le nombró cardenal--  como en la vida civil durante el reinado de los Reyes Católicos. "Carvajal --añade-- tuvo un protagonismo esencial en la redacción de las bulas alejandrinas que repartieron el mundo entre las monarquías española y la portuguesa; pero su gran ambición de convertirse en papa, no la logró tras perder el apoyo del rey católico. A partir de ahí, tanto las relaciones con la Corona española como con el papa Julio II se deterioran; sin embargo siguió peleando hasta alcanzar un puesto de confianza ante el rey de Francia Luis XII. A la muerte del rey francés, un primo de este, Carlos VIII, recibe la corona y el cardenal español será su nuevo legado en Italia. Más tarde, también lo será del monarca romano germánico Maximiliano I de Habsburgo, en Lombardía. Finalmente, sus propósitos papables se frustran y se pasará al bando contrario. Fue excomulgado por haber tomado parte en el Conciliábulo de Pisa de 1511, de carácter cismático, que, como otros tantos, pretendía reducir la autoridad papal y someter a los pontífices al poder de los reyes y cardenales". Aunque se retractó ante el papa León X, en 1513, le fueron restituidos su cargos, excepto el obispado de Sigüenza, que sustituyó por Plasencia.


[1] Vid.: Flórez, Enrique:  España sagrada, Tomo XVI, Tratado LVI de la Iglesia de Astorga, pág. 278
 
 [2] Díaz Cassou, Pedro: Serie de los obispos de Cartagena: sus hechos y su tiempo, págs. 67-69.
 
[3] Vid. Flórez, Enrique, pág. 278.
 
 [4] Vid.: Fernández, Alonso:  Historia y anales de la ciudad y obispado de Plasencia., libro II, cap. XXIV y XXV, pág. 191.
 
 [5] Ibid., pág. 191.
 
 [6]  Vid.:  López de Guereñu Polán, José Luis:  El sueño de ser papa, López de Carvajal, en "La perversa ambición de Carvajal".  (Arquehistoria, la actualidad de la Historia, https:/arquehistoria.com.)