viernes, 16 de diciembre de 2016

"SOLOS NO PODEMOS"

 
           El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dijo en su segunda toma de posesión que "Extremadura necesita que exista para todo el mundo, y tiene que existir también para nuestro Gobierno. Voy a ser muy exigente, porque Extremadura, con el compromiso del resto de España, no puede superar la tasa de paro del 30 por ciento. Solos no podemos." (véase huffingtonpost.es, de 04/07/2015).
            Extremadura no puede hacer nada sola; hay que llevarla de la mano por los senderos de sus grandes dehesas, vías verdes de ferrocarriles inacabados o desahuciados; de administraciones públicas que no solo no contestan a los ciudadanos con su legión de asesores, sino que lo hacen con el silencio administrativo. Huérfanos de la ayuda del Gobierno central, Extremadura acentúa sus índices de pobreza y exclusión social. En las calles de las ciudades, sobre carteles de cartón, los extremeños --no ya los refugiados-- gritan en silencio: "Extremeño sin recursos necesita ayuda", "extremeño recién operado, con cuatro hijos, pide ayuda", "Una ayuda, por favor"..., sin que las conciencias y los cimientos de los hombres y mujeres que pueblan los despachos de Mérida se estremezcan, ni que la secretaria de Consumo les pueda dar otra cosa más que promesas perdidas en el tiempo con su débil voz de política no comprometida más que con sus padrinos políticos, los lecheros, y su soldada de final de mes, que es lo único que le importa. ¿Verá ella los carteles que pueblan su ciudad de residencia: "Se vende", "se alquila", "se traspasa"; a los pedigüeños sentados sobre las aceras como teclas de piano, apelando a la caridad que el "caso Nadia Nerea" tira para atrás...?
            Hace unos días, Vara se entrevistó con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, la misma que asistió a su segunda toma de posesión y a la que se dirigía con el "Solos no podemos", a quien pidió un Plan Especial de Empleo para Extremadura. Justificaba el presidente su petición en "las tasas de paro inaceptables en la población adulta, pero absolutamente escandalosa en la población juvenil". Incidía en la importancia de la calidad del empleo para combatir la precaria situación de muchas personas y valoraba la subida del Salario Mínimo Interprofesional. "De eso es de lo que se trata, de ser útiles a la vida de las personas" (véase extremadura7dias.com, de 14/12/2016); pero cada día, la gente ve más inútil --excepto la clase política profesional de vocación, inmovilista, y la de asistencia por carencia de empleo y enchufismo político--, una administración tan cercana como alejada de esa misma realidad, incapaz de ver desde sus despachos y desde el auto que les lleva y les trae a la capital solo de nombre, perdido su histórico esplendor..., con su teatro-cine "María Luisa" todavía a la espera de su resurrección de entre los muertos. Antes, en una entrevista televisiva, reconocía que Extremadura censa 120.000 parados. Solo quienes lo padecen y lo sufren, menos la clase política, podrían certificar la validez de ese censo inacabado.
            Ayer jueves, la Asamblea de Extremadura votó a favor de una propuesta de pronunciamiento formulada por los socialistas, en la que se instaba al Gobierno de España a poner en marcha, de manera urgente, un plan especial y extraordinario de empleo para la Comunidad. Era una demanda muy sentida, para "mejorar la empleabilidad" y las "condiciones" de los trabajadores de la región, decía el martes la portavoz adjunta socialista en la Cámara, de tan frágil memoria, Marisol Mateos (véase lavanguardia.com, de 13/12/2010). ¿Sabrá ella lo que es estar en paro y en situación de pobreza energética, como tantos extremeños a la espera del maná prometido? Y a todo esto, ¿qué dice, sin decir nada, la directora de Trabajo de la Junta, la abogada multidisciplinar Sandra Pacheco Maya? ¿A qué dedica su tiempo oficial: acaso a pleitear contra la Seguridad Social por cumplir este Instituto con la ley?, porque su voz, como la de Maribel Moreno, apenas llega a quienes hubiere de llegar, tan solo oída en su casa.
            "Solos no podemos"..., porque nuestra deuda pública, la de Extremadura, se sitúa en 3.966 millones, aunque haya disminuido en 53 millones, y se coloca en la cuarta Comunidad española con menos deuda en el tercer trimestre (véase 20minutos.es, de 15/12/2016); porque el pago a proveedores aún está lejos de los 60 días que fija la ley; porque este ciudadano, tras diez meses de espera, todavía aguarda una carta de los Servicios Fiscales de la Junta en Cáceres, a que le pasen una nota de lo que debe pagarles..., aunque "el procedimiento iniciado por declaración ha caducado, al transcurrir más de seis meses desde aquella fecha..., según los artículos 128 y 130.b del Reglamento General de las actuaciones..., la Administración podrá iniciar de nuevo este procedimiento dentro del plazo de prescripción". ¿Y a qué espera, señora jefe (sic) de Sección de Impuestos Directos de la Junta? Y así todo. Todo pasa, nada llega ni prescribe. "Solos no podemos", ni  tampoco "podemos caminar con hambre bajo el sol/ Por el destierro el pueblo va/ Cantando su dolor/ En la noche brillará/ Tu luz nos guía la verdad...". ¿Es eso lo que desea decir, señor presidente? Para esos enredos, mejor devolverles las competencias al Estado, y no solo las de Educación y Sanidad, que ya les vale... ¡Nos ahorraríamos tanto para empleo, educación, sanidad y dependencia...!

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