domingo, 25 de octubre de 2015

EL PLAN DE EMPLEO SOCIAL DE EXTREMADURA, O UN ALIVIO A LA DESESPERANZA

 
           En su discurso de investidura, de 30/06/2015, el entonces candidato a la Presidencia, y hoy presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, anunciaba una serie de medidas para estabilizar la economía, "aumentando el peso de la demanda interna, y generar un empleo con un mínimo de calidad y de derechos".  Entre esas medidas, proponía una Plan de Empleo Social para las personas que han perdido las prestaciones y están en riego de exclusión social. Vara había calificado el citado Plan, en unas declaraciones realizadas a primeros de septiembre, como "una respuesta a la gente que ha perdido la esperanza".
            El pasado viernes, el Consejo de Gobierno ha aprobado el decreto que lo regula, en el que la Junta de Extremadura y las diputaciones provinciales invertirán 24 millones de euros (12 la Junta y 6 cada una de las diputaciones), y que permitirá a ayuntamientos, ONG´s y pymes de la región contratar a 4.000 parados de larga duración que hayan agotado las prestaciones. (Véase gobex.es/comunicación, de la citada fecha).
            Los contratos que se facilitarán a través del plan tendrán una duración de seis meses, desde diciembre de este año a junio del próximo y desde junio a diciembre. De ellos, el 80 por ciento los realizarán los ayuntamientos y el resto, las ONG´s, pymes y empresas de economía social. Vara expresó su confianza en que el plan "tenga continuidad en el tiempo" porque "las situaciones de los parados de larga duración no se van a resolver en un corto plazo" y anunció su deseo de "continuar haciéndolo en los próximos años para llegar a más gente".
            No puede despreciarse este esfuerzo de las administraciones que menos tienen en favor de quienes han perdido la esperanza; pero muchos se preguntan si este enorme esfuerzo no es "pan para hoy y hambre para mañana". Es preciso tener en cuenta que estos contratos se dirigen a desempleados que han perdido todas las prestaciones, pero quizá no a aquellos que no cobran nada desde hace varios años, aunque sigan inscritos en el Servicio Público Extremeño de Empleo (SEXPE). Y puede ocurrir que quienes han perdido las ayudas, tengan trabajo por esta vía seis meses más, y después, de nuevo las prestaciones; pero no aquellos que llevan varios años sin ninguna y sin trabajo...
            La APA del tercer trimestre de 2015 ilustra claramente sobre los ocupados y parados por sexo y las tasas de actividad y paro durante el citado periodo en miles de personas en Extremadura:
            Por sexo
Hombres                                                                                      Mujeres
Ocupados  Parados Tasa actividad Tasa paro   Ocupadas   Paradas T. Actividad   T. Paro
 212,2      76,3         63,96              26,44          149,8        68,1         47,34           31,25
(Véase Encuesta de Población Activa (EPA), tercer trimestre de 2015 del Instituto Nacional de Estadística (INE), resultados por provincias: http://www.ine.es/daco/daco42/daco4211/epapro0315.pdf).
            El paro juvenil en Extremadura ronda la escandalosa cifra del 60 por ciento, según alertaba en febrero CC OO, haciéndose eco de los datos ofrecidos por la agencia de estadística europea Eurostat (véase eldiario.ex, de 23/02/2015), en la que afirmaba que el paro juvenil entre los menores de 35 años en la legislatura anterior subió un 4,8 por ciento. El sindicato abogaba por planes de acción que sobrepasen las medidas puntuales que presenta el Gobierno para reducir las listas de desempleo, y apuntaba que la emigración de muchos jóvenes ha evitado que las cifras de paro juvenil sean aún más elevadas.
            La juventud sigue siendo la víctima más castigada por la crisis. La precariedad y el desempleo y la mala gestión de los fondos de garantía juvenil en la pasada legislatura no sirven para frenar el desempleo, como reconocía la hoy portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, el pasado mes de abril (Íbid., de 23/04/2015). De otro lado, el tejido productivo español y más aún extremeño es incapaz de acoger a los jóvenes más preparados. Lo vio con sus propios ojos el presidente de la Junta de Extremadura cuando hace unos meses comía en Trujillo y fue atendido por un camarero que era ingeniero agrónomo de profesión, según le confesó... y reconocía en su blog. Veinte años de estudio para esto, "para dar una respuesta a la gente que ha perdido la esperanza", ya en la desesperanza, perdida toda esperanza.
            "Dale el pescado a un hombre y comerá un día; enséñale a pescar y comerá todos los días", dice un proverbio chino de Lao Tsé, padre del taoísmo. Ya Jesucristo alimentó a cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños, con cinco panes y dos peces (Mt, 14, 14-21), pero también advirtió a sus discípulos que "es mejor enseñar a pescar que dar el pescado". Un político de nuestros días, Pedro Sánchez, se reafirma en su radicalidad (del latín radix, raíz) para sostener que su política irá encaminada a ir a la raíz de los problemas... (Véase elconfidencial.com, de 20/10/2015). ¿Acaso los planes de empleo de ayer y hoy de la Junta de Extremadura atajan la raíz del problema, o simplemente son pan para hoy y hambre para mañana..., o quizá dar un pez para comer solamente un día o seis meses...?
 

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