lunes, 20 de octubre de 2014

LAS PRIMARIAS SOCIALISTAS Y LOS APARATOS

 
           Nadie podría creer que, sin el apoyo de los aparatos --el propio de las JJ SS y el del partido--, el joven Luis Salaya, estudiante de Derecho, y autónomo en lo que él creía que podía hacer como nadie-- se alzare con la victoria, aun por tres votos, sobre el segundo candidato en las primarias a la Alcaldía de Cáceres por el PSOE. No se explica que un estudiante venza en buena lid a un ex director general, funcionario técnico de la Junta y ex subdelegado del Gobierno durante ocho años en la circunscripción electoral de la provincia, Fernando Solís (148 por 145), y a una licenciada en Derecho, ex consejera de la Junta y ex directora general, actual ejecutivo de una empresa de Aguas, Leonor Martínez Pereda (125 votos), ambos con una experiencia política y de gestión muy superior a la del novísimo aspirante.
            Ni Solís, aun de la ejecutiva provincial actual, ni "Loncha", de la anterior, pero ausente siempre de ella, han sabido valorar dos cosas: la importancia de los aparatos y la confianza o desconfianza que despierten en ellos los candidatos. Y este ha sido el caso de su desgracia: que un niño que no les llega a la altura de sus zapatos se ve endiosado hoy por una victoria que nadie esperare. No solo los aparatos, sino los jefes supremos de la ejecutiva regional, que prefieren lo malo conocido  a lo bueno por conocer. Y aquí también pinchan en el globo que no conocieren tan bien como el pequeño Salaya. La victoria está servida en bandeja para el PP, aunque ni a la alcaldesa ni a sus concejales les conozcan los cacereños. Más aún lo fueren los socialistas, aun con jefa de prensa pagada por la Diputación, como los dos primeros del aparato. Y menos mal que no concurrió el secretario local, Vicente Valle, un cauriense también colocado por la provincial tras el "golpe de estado" que le dieron a Carmen Heras.
            Solo falta hacer un repaso, aun breve, a lo sucedido en las últimas elecciones a la Secretaría General del PSOE Provincial, en las que un oscuro y desconocido ex vicepresidente de la Diputación Provincial durante ocho años --el actual secretario provincial, Miguel Ángel Morales, candidato del aparato provincial, que es lo que contare, aun no de la regional-, que jamás escribiere en su vida, y ahora escribe como un cosaco para darse a conocer, se impuso al resto de los candidatos en el IX Congreso Provincial celebrado en Arroyo de la Luz el 21 de abril de 2012: un 53,10 por ciento de los votos frente a César Ramos, que logró el 46,27 por ciento. La ex consejera Leonor Flores no tuvo los avales suficientes y Ernesto Agudiez, alcalde de Piornal, unió sus votos de Ágora Socialista a los del candidato oficialista del aparato de Cáceres. Todo quedó en casa: su jefe, el lechero mayor, se postuló para el Senado y fue el único socialista electo; y su vicepresidente, para la secretaría provincial.
            En las elecciones generales de 2007, la lista al Congreso por Cáceres la encabezó María Antonia Trujillo, profesora de Derecho Constitucional, elegida a dedo por Madrid, y el número 2, Carlos Trujillo, por la ejecutiva provincial. Otro de JJ SS, que se pasó cuatro años en el Congreso sin pena ni gloria, y del que nunca más se supo; como tampoco del tercer candidato, que no fue electo, Víctor García Vega, ex secretario en Sanidad con Vara, del que tampoco ha vuelto a saberse nada.... En ocasiones, a la ejecutiva provincial solo le tocaba elegir el tercer candidato al Congreso, porque Madrid elegía al primero, Mérida al segundo..., y a ellos, el tercero, y a elevar los ánimos de la militancia...
            En las elecciones generales de 2011 al Congreso, el PSOE de Cáceres sufrió el mayor batacazo de su historia. Antes, ocurrió un hecho singular jamás visto y que la dirección provincial quiso "tapar", pero no pudo, porque no todos los periodistas están comprados ni se venden: el comité provincial, máximo órgano entre congresos, tiró para atrás la lista aprobada por la ejecutiva; pero nada pasó: dos días después se volvió a reunir, se ratifica en la misma, la envía a los órganos superiores (regional y federal), que la dan por buena. Como número uno va también una mujer no tan desconocida para el aparato, que le debe "favores", pero sí para el electorado: Leire Iglesias, que pone la ejecutiva provincial; la número dos es, ahora, cuestión de su padrino político, Fernández Vara: Pilar Lucio, que sigue escalando posiciones, a pesar de que le resultaba difícil la conciliación mientras fue su consejera de Igualdad y Empleo.
            En el último congreso federal que eligió a Pedro Sánchez, el aparato extremeño se decantó por Eduardo Madina, al igual que lo hiciera hace algunos años el propio Miguel Ángel Morales, quien el 17-5-2013 dijo de él que "es una persona que encaja perfectamente en lo que tiene que ser el futuro del Partido Socialista".  Solo dos excepciones: el que fuera consejero de Agricultura con Ibarra y de Fomento con Vara y actual portavoz en la oposición en Don Benito, José Luis Quintana, amigo personal del secretario general y que "profetizó" a Sánchez que algún día sería secretario general del PSOE, y, otra vez, el listo de César Ramos, que se alineó con aquel, llevándole a la federal una caja de avales.
            Es decir: ni Salaya tiene por qué cantar victoria, que ya se verá en mayo de 2015, que será la definitiva; ni el PP, frotarse las manos porque si ha ofrecido algo, es una capitalidad gastronómica comprada, aunque fuere merecida, y porque muchos serán los candidatos y pocos los elegidos tras la ruptura de coaliciones y los partidos emergentes. Y, por encima de todo, porque el personal está harto de padrinos, enchufados, corrupción y atracos...
            Lo único bueno de las primarias han sido los índices de participación; pero de una militancia tan escasa, que ni de eso puede lucirse. De Plasencia, mejor ni hablar, porque nunca el PSOE pudo hacerlo peor: un comité local elegido a dedo e impugnado, dimisiones a granel, concejales en sus escaños excluidos del partido hasta la fecha... Y Vara, dando bendiciones a todos... Y la auxiliar administrativa placentina, que convertía en autoridades a los altos funcionarios del ayuntamiento, calentando el sillón en la Asamblea por la gracia de su padrino político... Y el niño Ferreira en Madrid, de coordinador de la Secretaría Federal de Organización..., también a dedo... Estaba en paro, como tantos miles de extremeños con más méritos que él y Luis Salaya... Es lo que hay, quizá lo que nos merecemos...

 

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