miércoles, 29 de octubre de 2014

LAS PUERTAS DEL PERDÓN DE LOS PECADOS

 
           Cuán fácilmente olvidan los cristianos sus pecados, más aún quienes se dedican al noble oficio de la política. Todo lo niegan: el hecho mismo de ser pecadores, porque no hacen examen de conciencia; ni asumieren arrepentimiento alguno ni imperfecto o de atrición (arrepentimiento por las consecuencias del pecado) ni el perfecto o de contrición (el arrepentimiento por la ofensa infligida al Creador con nuestros pecados). Ni propósito de enmienda guardamos, ni los confesamos ante sus ministros en la Tierra, ni cumplimos la penitencia. Más aún: ocultamos deliberadamente algún pecado mortal y caemos, por tanto, en el sacrilegio, con lo que no nos son perdonados ninguno de los pecados que hubiéremos confesados.
          Ninguna de las condiciones previstas para los cristianos para el perdón de los pecados son tenidas en cuenta por los pecadores ni cumplidas por los de la vida civil, aunque hubiere una Justicia que perdona los yerros cometidos, pese a que su penitencia no excluyere las puertas de las cárceles de la sociedad a quienes se salen del redil.
          Hay un paralelismo entre las preceptivas condiciones impuestas por la Iglesia para perdonar los pecados de sus fieles y abrirles las puertas del Paraíso y las de la sociedad, fundamentada, entre otros pilares, en el Derecho y la Justicia. La divina está abierta permanentemente al perdón si nos confesamos y arrepentimos; si hacemos propósito de enmienda y cumplimos le penitencia impuesta. La Justicia requiere, más que la confesión --que puede caer en el engaño, la defraudación o la estafa procesal--, la exigencia de los hechos probados, los informes periciales, las pruebas testificales, los fundamente de Derecho, las declaraciones de testigos, los informes de los investigadores..., pasos todos necesarios para que el juez emita la sentencia. El derecho y la religión se utilizaban en la Roma antigua de modo contemporáneo y paralelo. El ius, palabra latina que hace referencia al Derecho, es usado por las personas que profesan el saber de lo bueno y de lo justo, y separan lo justo de lo injusto, y anhelan hacer buenos a los hombres, no solo por el temor al castigo, sino por el estímulo de los premios. Así como la confesión del pecado redime del infierno, la confesión de los yerros civiles, alivia la pena y, en la penitencia impuesta, redime aquella por trabajos y buen comportamiento; es decir por una especie de arrepentimiento no escrito para los pecados contra los mandamientos de Dios y de la Iglesia.
          Así como los cristianos hemos perdido el temor de Dios, los agnósticos y ateos han perdido el temor a la ley, como si no existiere ni fueren perseguidos por ella, ni menos aún hubieren la penitencia adecuada a sus yerros. En su soneto a Cristo Crucificado, atribuido a san Juan de la Cruz, el poeta de Fontiveros  expresa lúcidamente la conciencia del pecado en el cristiano:
"No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por ello de quererte.
 
Muéveme, en fin, tu amor y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.!"
 
          En cambio, la clase política, oculta en principio el pecado: el alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trías, niega el pasado lunes que transfiriera 12,9 millones desde Suiza a un banco de Andorra. El martes 28, el ex secretario nacional del PP, Ángel Acebes, niega ante el juez Ruz que conociera al arquitecto responsable de la remodelación de la sede del PP, y el magistrado le muestra una foto en la que están juntos, como niega, también, haber usado la caja `b', aunque sí compró acciones de "Libertad Digital" con su dinero...
 
          El martes 28, la operación Púnica conmueve a España entera, con 51 detenidos y un fraude destapado de 250 millones en ayuntamientos y comunidades autónomas. El mismo día de la comparecencia y negación de Acebes, Rajoy pide disculpas a los españoles ante la presión de todos los partidos y del suyo propio. La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, alucina en colores con la detención de su ex número dos, Francisco Granados, aunque alivia su pesar y arrepentimiento al afirmar que "hace tiempo que había perdido la confianza en él".  Y, cómo no, el verso suelto de Extremadura, José Antonio Monago, tenía que dar ayer otro titular: "No basta con pedir perdón" y pide contundencia a todos para atajar el problema. Actúen con la contundencia que solicita: expulsión del partido --no se echen para atrás, como con Rato, por solicitar la baja temporal, que no exime de la culpa, si la hubiere--, y a la Justicia con ellos. Ni el sacrilegio, ni el robo a mano armada, darán jamás el cielo, aunque lleven al paraíso en la tierra antes de bajar de nuevo a ella. En el pecado llevarán mañana su penitencia, así en la tierra como en el cielo... Y quienes no crean en el más allá, así se lo crean; pero volverán antes a la tierra en la que nacieren, seguro, porque "pulvis eris et in pulverem reverteris". (Polvo eres y en polvo te has de convertir)...
 
 

sábado, 25 de octubre de 2014

EL TRISTE DESENCANTO DE LA CORRUPCIÓN

 
           En su primer discurso como rey en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, Felipe VI de España ha incidido en sus dos grandes preocupaciones: el desafío soberanista catalán y el desencanto ciudadano ante el goteo continuo de casos de corrupción en prácticamente todas las instituciones y partidos, que provoca no solo el desencanto ciudadano, sino la desafección a la política y a quienes encarnan su ejercicio delegado de la soberanía nacional, que tantos parecen olvidar.
          La corrupción política, entendida como el abuso del poder mediante la función pública para beneficio personal, deviene en un triste desencanto ciudadano, que ve cómo ni las instituciones ni la Justicia son capaces de restaurar lo que el Rey llama "el impulso moral colectivo con el que se puede y se debe hacer de España una nación ilusionada". A falta de vidas ejemplares, "referencias morales a las que admirar y respetar, principios éticos que reconocer y observar, valores cívicos que preservar y fomentar",  Felipe VI apela a una "conciencia social  más crítica y exigente hacia las instituciones".
          La corrupción solo engendra "desencanto, pesimismo y desconfianza" y quizás aún, más corrupción, que estalla por simpatía como consecuencia de la explosión de otro artefacto, que tiene lo suficientemente cerca como para que se vea afectado y explote a la vez. No es de recibo, como recordara ya el pasado año en el mismo escenario, que "cuando los hombres y mujeres de España han hecho frente con coraje a la adversidad y han mostrado una capacidad de sacrificio fuera de toda duda..., los que hacen de España una gran nación que vale la pena vivir y querer y por la que merece la pena luchar", la clase política acentúe cada día más, con su peor ejemplo, el desencanto, el pesimismo y la desconfianza".
          Al referirse al peligro secesionista, el Rey se ha dirigido, sin nombrarlos, a quienes pretenden separarse de España, y lo ha hecho apelando a la Constitución y a nuestra democracia, "que no es fruto de la improvisación, sino de la voluntad decidida del pueblo español de constituir España en un Estado social y democrático de derecho, inspirado en los principios de libertad e igualdad, justicia y pluralismo, y en el que todos, ciudadanos e instituciones, estamos sometidos por igual al mandato de la ley". El respeto a ese marco es, para el Rey, la garantía de una convivencia en libertad, del ejercicio de los derechos de todos y del ordenado funcionamiento de nuestra vida colectiva.
          No es casualidad que, tanto por su ascendencia española como por su formación, el hispanista francés Joseph Pérez, hijo adoptivo de la localidad valenciana de Bocairente --lugar de nacimiento de sus padres y sus hermanos--, catedrático de Civilización española e hispanoamericana y presidente honorario de la Universidad de Burdeos III, especialista en la formación del Estado moderno español, entroncara su discurso de aceptación del premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2014 recordando a uno de los "genios más excelsos del Siglo de Oro hispánico", fray Luis de León, y su teoría sobre la paz entre los hombres y naciones en su obra "De los nombres de Cristo". Para fray Luis, la paz excluye toda resignación ante la injusticia y supone, al contrario, una lucha de todos los instantes para desarraigar las causas de conflicto. "Luchar por la justicia, por la verdad y por la libertad, es procurar restablecer el orden, un orden violentado y fautor de discordia." Así, fray Luis se anticipaba, en palabras del profesor Joseph Pérez, "al Kant del proyecto de paz perpetua: la paz descansa en el derecho; en la aceptación por parte del individuo y de las naciones, de un orden jurídico libremente aceptado", palabras con las que quiso recordar lo que la civilización occidental debe a España.
          "Queremos una España alejada de la división y de la discordia", manifestó el Rey en su discurso, sumándose a la teoría de san Agustín recogida por el fraile agustino: la paz es la quietud que procede del orden, que consta de dos elementos: el orden y el sosiego, que recordare el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Como Felipe VI, quien apeló en su discurso a "favorecer nuestra vida en común" y a "no repetir errores del pasado". Como las heridas de la corrupción o el soberanismo no duelen en caliente: estallan más tarde como una bomba de relojería, cuyos efectos serían impredecibles de prever.
 
          Que no tengamos que repetir, como fray Luis, tras cinco años en las mazmorras de la Inquisición de Valladolid, de vuelta a su cátedra de Salamanca: "Dicebamus hesterna die..." (Decíamos ayer...), recordando quizá la paz y el sosiego tan deseados por él:
 
          "Vivir quiero conmigo,
          gozar quiero del bien que debo al cielo,
          a solas, sin testigo,
          libre de amor, de celo,
          de odio, de esperanzas, de recelo."
         
 
 

miércoles, 22 de octubre de 2014

AL FILO DEL MEDIO SIGLO DE LA TRAGEDIA DE TORREJÓN

 
           El viernes 22 de octubre de 1965 --el príximo año se cumplirán los cincuenta--, las escasas noticias que, a cuentagotas llegaban a Cáceres provocaron una honda conmoción entre los vecinos de la capital, así como en Torrejón el Rubio, Trujillo, Jaraicejo, Monroy, Malpartida de Plasencia, Arroyo de la Luz, Almaraz, Serradilla, Jaraíz de la Vera, Serrejón, Aliseda..., pueblos de los que procedían los 4.000 obreros que trabajaban  en las presas del Tajo y del Tiétar, situadas a cincuenta metros una de otra, y que construía la empresa Agromán para Hidroeléctrica Española en el término de la primera localidad.. La tragedia produjo 70 fallecidos, aunque oficialmente se dio noticia de 54, el mayor accidente laboral sufrido hasta la fecha en Extremadura, y cuyas causas jamás se supieron.
 
           La historia se inició en 1959 cuando comenzaron a construirse las citadas presas para el aprovechamiento hidroeléctrico del Tajo, que permitía, a través de un túnel, trasvases entre ambos ríos, según recuerda en el capítulo "La tragedia del salto de Torrejón" la web "Extremadura misteriosa". Los obreros vivían en dos poblados: el de los obreros, junto al lecho del río, y el poblado alto, en el que vivían los oficinistas, ingenieros y técnicos. En la Extremadura pobre de los años sesenta, aquellos obreros se sentían afortunados: tenían casas con agua y luz, un pequeño hospital, cine, baile, servicios de autobuses que les unían con Plasencia...; ganaban entre 3.000 y 4.000 pesetas de la época, según categorías, recuerda Rosa Escobar, coautora de "Los saltos de Torrejón: una historia por contar".
 
           El otoño de aquel año fue muy lluvioso, especialmente este mes de octubre. Los técnicos forzaron al límite la capacidad de embalse para probar los aliviaderos. La construcciones estaban muy adelantadas. En el momento del accidente se encontraban trabajando en el túnel unos 50 obreros y otros 50 en el lecho seco del río. Los propios obreros iniciaron el rescate de sus compañeros y quienes, al día siguiente, no se encontraban en casa o en sus puestos de trabajo, fueron dados por desaparecidos.
 
           El mismo viernes 22, el entonces periódico vespertino, "Diario Extremadura", informaba en su página 9 que "el accidente ha sido provocado al ceder una rejilla de la presa, produciéndose la consiguiente corriente de agua", y daba cuenta de que se había producido un muerto y varios heridos.  El lunes 25, en la página 4, titulaba a cinco columnas: "En la presa de Torrejón continúan a ritmo acelerado los trabajos de rescate" y subtitulaba: "Han sido recuperados siete cadáveres". En la crónica se habla de los primeros rescates, del día de luto declarado en la fecha anterior en Torrejón y de los trabajos en el túnel siniestrado, así como del desembalse a un ritmo de 2.000 metros cúbicos por segundo, lo que produjo a las seis de la tarde del día anterior "la pérdida de más de 82 millones de metros cúbicos". Otras fuentes hablan de 140 millones de metros cúbicos desembalsados, a 2.000 diarios. En su edición del día 26,  cifra en nueve el número de muertos y descarta la posibilidad de hallar con vida a los más de treinta desaparecidos. En la edición del miércoles 27, eleva a veintitrés el número de muertos.
 
           "La tragedia fue envuelta entre el silencio y olvido del régimen franquista; las presas jamás fueron inauguradas y Franco no vino, a pesar de tener previsto, ni se dio ningún tipo de explicaciones al respecto. Los supervivientes se diseminaron por toda España. Cada viuda recibió 20.000 pesetas y 5.000 por cada hijo", según "Extremadura misteriosa".
 
           La tragedia afloró otras pequeñas tragedias humanas conocidas a partir del suceso. Al cumplirse los 38 años del accidente, Francisco Cabanillas escribe en El Periódico Extremadura del 19-10-2003 la historia de un padre que "falleció de la impresión al conocer la noticia", pues tenía dos hijos trabajando en las obras de la presa y murió cuando era trasladado a Plasencia. En la catedral nueva de esta ciudad fueron oficiados el 4 de noviembre unos solemnes funerales por las víctimas. Las hijas de Agustín Oliva Sanguino, natural de Arroyo de la Luz, pudieron hallar, cuarenta y dos años después, los restos de su padre en el cementerio de Toril, gracias a una carta remitida al Ayuntamiento de la localidad por el juzgado de Navalmoral, que fue a parar a una tía que no sabía leer, y que guardó en una caja que sus sobrinas hallaron haciendo limpieza, según una crónica publicada en el diario Hoy el 15-06-2007.
 
           El 10-02-2013, el programa de Canal Extremadura TV "El lince con botas" emitió en la citada cadena un magnífico reportaje titulado "La tragedia del salto de Torrejón", con entrevistas a algunos de los protagonistas de la época. "Fue una obra rentable y de un drama colosal, del que nunca se supo", concluía diciendo. Rosa Escobar recordaba que los medios informativos se referían más a la obra que a la tragedia y a los responsables de lo que pasó, y a cómo aludían a la raza extremeña y a su capacidad de sufrimiento. Paquita Marcos, pequeña entonces, recordaba cómo en febrero del 66 se produjo una evacuación de las mujeres y los niños del poblado mientras los obreros continuaban trabajando en las presas, lo que consideró "una humillación". Antonio Marcos, antiguo habitante de Torrejón, relataba que "más que ahogados, muchos obreros murieron por traumatismo". Rosa Marcos recordaba el acto de arrojo de José Martín quien, con su grúa, logró salvar a más de 50 obreros. El mismo cifra los muertos en 60 y cree que los otros diez murieron en accidentes laborales anteriores. Hasta nueve meses después, señalaba Antonio Marcos, continuaron apareciendo cuerpos. "Fue una negligencia como un camión. Se quiso hacer el trabajo en menos tiempo."
 
            Tal día como hoy, cuando las primeras noticias llegaron a Cáceres, sobre la ciudad caía una densa lluvia y los braseros y estufas hacían su aparición. Sólo sus familias recuerdan hoy a los fallecidos y a los desaparecidos. Una placa --según el citado programa televisivo-- recordaba hasta hace poco los nombres de las 70 víctimas del accidente.
 
 

lunes, 20 de octubre de 2014

LAS PRIMARIAS SOCIALISTAS Y LOS APARATOS

 
           Nadie podría creer que, sin el apoyo de los aparatos --el propio de las JJ SS y el del partido--, el joven Luis Salaya, estudiante de Derecho, y autónomo en lo que él creía que podía hacer como nadie-- se alzare con la victoria, aun por tres votos, sobre el segundo candidato en las primarias a la Alcaldía de Cáceres por el PSOE. No se explica que un estudiante venza en buena lid a un ex director general, funcionario técnico de la Junta y ex subdelegado del Gobierno durante ocho años en la circunscripción electoral de la provincia, Fernando Solís (148 por 145), y a una licenciada en Derecho, ex consejera de la Junta y ex directora general, actual ejecutivo de una empresa de Aguas, Leonor Martínez Pereda (125 votos), ambos con una experiencia política y de gestión muy superior a la del novísimo aspirante.
            Ni Solís, aun de la ejecutiva provincial actual, ni "Loncha", de la anterior, pero ausente siempre de ella, han sabido valorar dos cosas: la importancia de los aparatos y la confianza o desconfianza que despierten en ellos los candidatos. Y este ha sido el caso de su desgracia: que un niño que no les llega a la altura de sus zapatos se ve endiosado hoy por una victoria que nadie esperare. No solo los aparatos, sino los jefes supremos de la ejecutiva regional, que prefieren lo malo conocido  a lo bueno por conocer. Y aquí también pinchan en el globo que no conocieren tan bien como el pequeño Salaya. La victoria está servida en bandeja para el PP, aunque ni a la alcaldesa ni a sus concejales les conozcan los cacereños. Más aún lo fueren los socialistas, aun con jefa de prensa pagada por la Diputación, como los dos primeros del aparato. Y menos mal que no concurrió el secretario local, Vicente Valle, un cauriense también colocado por la provincial tras el "golpe de estado" que le dieron a Carmen Heras.
            Solo falta hacer un repaso, aun breve, a lo sucedido en las últimas elecciones a la Secretaría General del PSOE Provincial, en las que un oscuro y desconocido ex vicepresidente de la Diputación Provincial durante ocho años --el actual secretario provincial, Miguel Ángel Morales, candidato del aparato provincial, que es lo que contare, aun no de la regional-, que jamás escribiere en su vida, y ahora escribe como un cosaco para darse a conocer, se impuso al resto de los candidatos en el IX Congreso Provincial celebrado en Arroyo de la Luz el 21 de abril de 2012: un 53,10 por ciento de los votos frente a César Ramos, que logró el 46,27 por ciento. La ex consejera Leonor Flores no tuvo los avales suficientes y Ernesto Agudiez, alcalde de Piornal, unió sus votos de Ágora Socialista a los del candidato oficialista del aparato de Cáceres. Todo quedó en casa: su jefe, el lechero mayor, se postuló para el Senado y fue el único socialista electo; y su vicepresidente, para la secretaría provincial.
            En las elecciones generales de 2007, la lista al Congreso por Cáceres la encabezó María Antonia Trujillo, profesora de Derecho Constitucional, elegida a dedo por Madrid, y el número 2, Carlos Trujillo, por la ejecutiva provincial. Otro de JJ SS, que se pasó cuatro años en el Congreso sin pena ni gloria, y del que nunca más se supo; como tampoco del tercer candidato, que no fue electo, Víctor García Vega, ex secretario en Sanidad con Vara, del que tampoco ha vuelto a saberse nada.... En ocasiones, a la ejecutiva provincial solo le tocaba elegir el tercer candidato al Congreso, porque Madrid elegía al primero, Mérida al segundo..., y a ellos, el tercero, y a elevar los ánimos de la militancia...
            En las elecciones generales de 2011 al Congreso, el PSOE de Cáceres sufrió el mayor batacazo de su historia. Antes, ocurrió un hecho singular jamás visto y que la dirección provincial quiso "tapar", pero no pudo, porque no todos los periodistas están comprados ni se venden: el comité provincial, máximo órgano entre congresos, tiró para atrás la lista aprobada por la ejecutiva; pero nada pasó: dos días después se volvió a reunir, se ratifica en la misma, la envía a los órganos superiores (regional y federal), que la dan por buena. Como número uno va también una mujer no tan desconocida para el aparato, que le debe "favores", pero sí para el electorado: Leire Iglesias, que pone la ejecutiva provincial; la número dos es, ahora, cuestión de su padrino político, Fernández Vara: Pilar Lucio, que sigue escalando posiciones, a pesar de que le resultaba difícil la conciliación mientras fue su consejera de Igualdad y Empleo.
            En el último congreso federal que eligió a Pedro Sánchez, el aparato extremeño se decantó por Eduardo Madina, al igual que lo hiciera hace algunos años el propio Miguel Ángel Morales, quien el 17-5-2013 dijo de él que "es una persona que encaja perfectamente en lo que tiene que ser el futuro del Partido Socialista".  Solo dos excepciones: el que fuera consejero de Agricultura con Ibarra y de Fomento con Vara y actual portavoz en la oposición en Don Benito, José Luis Quintana, amigo personal del secretario general y que "profetizó" a Sánchez que algún día sería secretario general del PSOE, y, otra vez, el listo de César Ramos, que se alineó con aquel, llevándole a la federal una caja de avales.
            Es decir: ni Salaya tiene por qué cantar victoria, que ya se verá en mayo de 2015, que será la definitiva; ni el PP, frotarse las manos porque si ha ofrecido algo, es una capitalidad gastronómica comprada, aunque fuere merecida, y porque muchos serán los candidatos y pocos los elegidos tras la ruptura de coaliciones y los partidos emergentes. Y, por encima de todo, porque el personal está harto de padrinos, enchufados, corrupción y atracos...
            Lo único bueno de las primarias han sido los índices de participación; pero de una militancia tan escasa, que ni de eso puede lucirse. De Plasencia, mejor ni hablar, porque nunca el PSOE pudo hacerlo peor: un comité local elegido a dedo e impugnado, dimisiones a granel, concejales en sus escaños excluidos del partido hasta la fecha... Y Vara, dando bendiciones a todos... Y la auxiliar administrativa placentina, que convertía en autoridades a los altos funcionarios del ayuntamiento, calentando el sillón en la Asamblea por la gracia de su padrino político... Y el niño Ferreira en Madrid, de coordinador de la Secretaría Federal de Organización..., también a dedo... Estaba en paro, como tantos miles de extremeños con más méritos que él y Luis Salaya... Es lo que hay, quizá lo que nos merecemos...