sábado, 8 de marzo de 2014

DÍA DE LA MUJER


      Madre del hombre y, sin embargo, por debajo en todos los referentes de igualdad: trabajo, salario, educación, capacitación...; amor del hombre y víctima de los hombres; compañera del hombre y, a la vez, sierva; libre, pero esclava de la ley y de los hombres; trabajadora y sin salario por igual; capacitada y postergada; vías paralelas con el hombre, pero sin convergencia; víctima de la violencia humana, y sin castigo. Madre en casa, en la fábrica, en el campo, en la oficina..., siempre madre para el socorro humano; toda una vida de entrega de amor por amor a la vida misma, sin nada a cambio. Pasión de madre, madre de pasiones, reclamada todo el día por la voz del hijo. "¡Mamá...!" Mujeres por la paz, mujeres contra la violencia, mujeres contra el hambre y la pobreza, mujeres por la igualdad, mujeres contra la impunidad de la violencia, mujeres por el progreso, mujeres por la libertad, mujeres por la rehabilitación de las campesinas, mujeres por la igualdad de oportunidades, de salario y de género... Mujeres, sí, gritando cada año un lema porque no llegare su cumplimiento.
 
            ¿Trabajadora? ¿Lo dudare alguien?; pero sin derechos reconocidos en pie de igualdad con el hombre. Por ello, la ONU proclama este día  Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, en 1977. El hombre declara y hace la guerra; la mujer es la paz. Ya Lisístrata, de Aristófanes, muestra a los hombres el camino de la paz (siglo V a. d. C.). Hipatía de Alejandría (siglos IV-V d. d. C) es símbolo de la mujer libre. La Revolución Francesa aboga en su texto fundamental por la igualdad, la equiparación jurídica y legal y el sufragio femenino. Hasta mediados del XIX no se manifiestan formalmente los movimientos reivindicativos de la mujer: el sufragio, la igualdad, la opresión social, familiar y laboral. La lucha por el sufragio femenino abre en 1910, en Dinamarca, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En 1911 se adhieren a la celebración varios países, que reivindican en manifestaciones multitudinarias los principales derechos: el sufragio, el trabajo, la formación y la no discriminación laboral. No conocerá España el sufragio femenino hasta la II República. En 1936 celebra por vez primera el Día Internacional de la Mujer. Los derechos alcanzados entonces fueron derogados por la dictadura, y hasta 1976 no pudo volver a votar la mujer, aunque Naciones Unidas lo recogiera en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Parece que, aunque hemos avanzado, la lucha ha de continuar, porque retrocedemos en campos fundamentales.
            No basta un solo día, aunque sea necesario para recordar y reivindicar. La mujer ya no está tan sola; le acompaña el hombre en su lucha; pero ahora, como antes, ellas deben liderar el camino de una liberación e igualdad aún no logradas para sí: mujeres, madres, esposas, trabajadoras en casa y fuera, privadas de su vida hasta en vísperas de su Día, para más recuerdo y memoria...

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