viernes, 11 de octubre de 2013

LA ESTELA DE LA JUEZ CORO CILLÁN EN EXTREMADURA

           
           El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado a la juez de Instrucción número 43 de Madrid, María del Coro Cillán García de Iturrospe, a una pena de inhabilitación de 15 años para ejercer cualquier cargo público, al haberla encontrado culpable de un delito de prevaricación en la administración judicial de la discoteca madrileña Moma, y a 18 años de multa a razón de 15 euros diarios.
 
              Conocí, y entrevisté para El Periódico Extremadura, a Coro Cillán a principios de los 80 cuando colaboraba con Carlos de Villamor Maquieira en el Departamento de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura. Tuve con ambos una relación profesional y amistosa. Con Villamor mantuve una entrevista sobre los derechos humanos, sobre los que el presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981) basaba su política exterior en su relación con los estados centroamericanos. La profesora Cillán organizó una jornadas en torno a uno de los padres de la Constitución de Cádiz de 1812, "La Pepa", el extremeño Diego Muñoz Torrero (Cabeza del Buey, 1761-Oeriras e São Julião de Barra, Portugal, 1829), cuya comisión ponente presidió y pronunciare el discurso con que se iniciaron la sesiones de las Cortes. Se preguntaba, y me interrogaba --no sin razón-- si los extremeños conocíamos al ex rector de la Universidad de Salamanca, que trazó las ideas fundamentales de la Constitución en ciernes, revolucionarias para un clérigo de la época, y cuyo bicentenario se cumpliere el pasado año.
              Coro Cillán principió en Extremadura su carrera política y universitaria, que después derivó a la judicial. Delegada de la Vivienda en Badajoz, cesó en su cargo por Real Decreto 974/1977, de 23 de abril. Por Decreto 950/1977 fue nombrada delegada provincial del mismo Departamento en Ávila. Por Resolución de 8 de abril de 1986, del rector de la Universidad de Extremadura, es nombrada profesora titular de Universidad, del área de conocimiento Derecho Constitucional, en virtud de concurso.
              De la enseñanza pasó a la judicatura. Antes de ser magistrada del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, en las elecciones generales de 1979 formó parte de una candidatura denominada Unión Foral del País Vasco; no salió elegida y después se hizo juez. Su carrera judicial ha estado salpicada de desencuentros con sus superiores. En 1999, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le impuso una sanción de 100.000 pesetas por una falta grave al dictar sentencias con retrasos injustificados. En 2002 fue sancionada por el pleno del CGPJ por falta muy grave, por retraso injustificado y reiterado en 34 procedimientos de apelaciones civiles y en 14 penales, por lo que fue sancionada con dos años de suspensión, aunque, recurrida, el tribunal consideró que la sanción le fue impuesta fuera de plazo y ordenó restablecer sus derechos. En 2003, mientras cumplía la anterior sanción, el CGPJ acordó suspenderla en sus funciones por otro año más, aunque el Supremo sustituyó la suspensión por una multa de 1.800 euros. En abril de 2011 abrió diligencias previas contra los organizadores de una procesión atea, convocada por las calles de Madrid el día del Jueves Santo. El mismo mes y año dictaminó el sobreseimiento libre y archivo de la querella interpuesta por el doctor Luis Montes contra el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Luis Lamela, por un presunto delito de denuncia falsa. Durante más de dos años instruyó una causa contra el jefe de los TEDAX, el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano, por posible destrucción de pruebas, que sobreseyó la Audiencia Provincial de Madrid. Desde el 15 de octubre de 2012 estaba imputada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid por prevaricación continuada en el "caso Moma" por dar un trato de favor a una de las partes implicadas, por el que ha sido condenada. "Por mis santos cojones se precinta Moma", y por ello y por esa causa, ha sido condenada.
              Fuera del ámbito político y judicial, Coro Cillán dejó a su paso por Extremadura una obra científica recogida en los Anuarios de la Facultad de Derecho y en otros libros, en los que abordó el incipiente Derecho autonómico, como: "El sistema de partidos políticos en la Extremadura actual" (1985) o "El reglamento de la Asamblea de Extremadura" (1985), además de otros ensayos sobre los reglamentos y grupos parlamentarios.
              Ya le previno la fiscal en el caso Moma: "Coro, te estás metiendo en un lío." Y el lío, por sus "santos cojones", le ha chamuscado su carrera judicial.
 

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