lunes, 16 de septiembre de 2013

EL FIN DEL IPC Y DEL PODER ADQUISITIVO


           El Índice de los Precios al Consumo (IPC) es una medida estadística de la evolución de los precios de los bienes y servicios en el país. Es un indicador crítico que se utiliza para actualizar rentas y salarios. Su evolución permite ver el cambio de los precios a lo largo de los años y el comportamiento de la inflación. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba mensualmente el IPC general.
              Pues bien: la ministra de Empleo del Gobierno de España, Fátima Báñez, que prometió no tocar las pensiones, ha hecho público un informe verbal que, al parecer, atenúa la propuesta realizada por el comité de expertos y que, en la práctica, impone techo y suelo a la evolución de las pensiones, que quedan condenadas a perder poder adquisitivo. Ya no habrá IPC para la subida salarial y los contratos. La nueva ley, que habrá de estar lista antes de fin de año, solo permitirá la subida de las pensiones un 0,25 por ciento durante los años de crisis y, en tiempos de bonanza, podrían llegar a subir más que los precios, pero solo ese mismo 0,25 por ciento, puesto que la subida no sería más que el IPC y esa cantidad; pero aún desconocemos, porque no lo han hecho público, qué indicadores servirán para señalar los años de crisis o de bonanza. Los expertos proponían la entrada en vigor el próximo año, pero el Gobierno ha ampliado el plazo hasta 2019.
              Para los extremeños, con una pensión media de 600 euros, esta subida que se plantea supondría 1 euro y medio más al mes, y menos mal que el nuevo sistema no ha entrado en vigor durante la crisis porque, de lo contrario, las pensiones hubieran perdido un 13,3 por ciento de poder adquisitivo.
              En 2009, el IPC subió un 0,80 por ciento;  en 2010, un 3 por ciento; en 2011, un 2,40 por ciento; y en 2012,  el 2,9 por ciento. En 2013 se espera una caída importante por el agravamiento de la crisis, que podría situar el IPC en una media del 2 por ciento.
              El Gobierno decidió subir solo 1 punto las pensiones en 2013, pese a que los precios subieron un 3, aunque las inferiores a 1.000 euros subieron un 2 por ciento; pero ninguno cobró la paga compensatoria. Por tanto, la subida produjo una pérdida de poder adquisitivo de casi dos puntos. Nada comparado con Portugal, con pensiones de 300 euros mensuales y con hombres que no están dispuestos a trabajar durante todo el día para que se lo lleve el Estado, o la troika, y prefieren robar bancos e ir a la cárcel para poder, al menos, comer. Y ahora vendrá más gorda, al haberse opuesto el Constitucional a los recortes que Europa pedía al país.
              Ya no habrá IPC ni para las pensiones, ni para los contratos. La devaluación salarial abrirá aún más la desigualdad social, sostienen algunos expertos. El envejecimiento de la población, que engloba los gastos públicos en sanidad, paro y pensiones, y la caída de la natalidad, conducen a estas medidas de la troika y del Banco Central Europeo, que ya anunció en mayo que los gastos en estos capítulos se reducirían a la mitad por la política de recortes.
              Mientras todo esto ocurre, aunque falte un margen escaso de negociación con los sindicatos, que de poco valdrá, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, califica de "necesaria e imprescindible" la reforma de las pensiones, y cree que es un hito, como lo fue la creación del Fondo de Reserva de 1997 de Aznar, y alardea de su anunciada paga de 200 euros para las pensiones no contributivas --para los que más han dado y menos tienen, como recordó en su discurso del Día de Extremadura--; pero se olvida de que esas pensiones se vio obligada a crearlas Felipe González por culpa de una derecha que no pagó en su día la Seguridad Social, o cuyos pagos se los guardaban en sus bolsillos los señoritos de las cámaras agrarias sin dar recibo alguno a los campesinos que trabajaban de sol a sol. Y se olvida también de que esto es posible gracias al copago de los pensionistas, cuyas cuentas no ha revelado al cabo de un año, así como sus declaraciones de la renta, que sí ha hecho el PSOE. Así que él lo ve "necesario e imprescindible". Claro, con sus sueldos y las pensiones que tengan el día de mañana... Y los parados y los pensionistas, como dijo la señora Fabra, diputada del PP por Castellón, "que se jodan"...
              El IPC ha muerto. RIP (Descanse en paz).

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