jueves, 26 de septiembre de 2013

DE LAS CAJAS A LAS FUNDACIONES BANCARIAS


            La Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias, finalizado el trámite de enmiendas a la totalidad, va a comenzar su tramitación parlamentaria. Su aprobación, prevista para antes de fin de año, daría a las cajas un plazo máximo de un año --antes de finales de 2014-- para transformarse en fundaciones bancarias que, al igual que las ordinarias, no tendrán asamblea, comisión de control ni consejo de administración y estarían regidas por un patronato. Es decir, Caja Extremadura, ya integrada en Liberbank, desaparecerá como tal antes de la citada fecha.

              La Caixa y Unicaja pretenden que una misma persona pueda presidir la fundación y el banco filial, que la troika (BCE, FMI y Comisión Europea) rechaza para rebajar el poder de los directivos y forzar su profesionalización,  y no como ocurre ahora, en que los partidos políticos colocan como consejeros a auxiliares administrativos y personas sin profesión conocida. (Véase la composición actual del Consejo de Caja Extremadura publicada en la web de UPyD, con especificación de afinidades políticas, votación a favor de los despidos y formación de sus miembros):

             
                La citada ley, que cerrará la reestructuración del sector financiero, y que Economía estudia con la troika, lejos de apagar el fuego de la convulsión vivida por el sector desde 2009, acrecienta la lucha por la supervivencia de los consejeros en el patronato, mientras los empleados y clientes asisten impávidos a los acontecimientos que se vienen sucediendo, del que resultan ser víctimas y no beneficiarios.

              Mientras el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), alcanzado por CC OO y UGT con la dirección continúa, IU de Extremadura estudia pedir una comisión de investigación sobre Caja Extremadura y acusa a su presidente de haber mentido en sede parlamentaria, porque dio "datos que no se han correspondido con la realidad", según el coordinador regional de la coalición, Pedro Escobar. Ya lo advirtió en su día el consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Extremadura, Antonio Fernández, cuando aseguró que hemos malvendido dos cajas solventes y ahora tienen que reestructurar sus plantillas, y el citado portavoz al afirmar que "los presidentes de las cajas nos torearon bien cuando comparecieron en la Asamblea".  En junio pasado, CC OO de Extremadura pedía la dimisión del presidente de Caja Extremadura por el ERTE que pretendía acometer Liberbank,  aunque, de otra parte,  su sindicato lo votara afirmativamente, al igual que su representante en el Consejo de Administración. (Véase el gráfico del Consejo). También les torearon a los miembros de la ponencia constituida para la fusión de las dos cajas extremeñas quienes, tras aprobarla por unanimidad, los consejos de las dos dijeron,  poco tiempo después, que nones, por el elevado coste social y económico que supondría la fusión. El 23 de julio de 2009, el "sabio" Medina apostaba "por una fusión entre las cajas extremeñas como paso previo"... ¡Qué vidente!

              El ERTE aprobado por los sindicatos con la dirección prevé una reducción de jornada del 50 por ciento para 775 empleados durante tres años; a otros 770 se les reducirá la jornada en un 30 por ciento durante cuatro años. Los 3.897 empleados restante reducirán la jornada en función de los porcentajes planteados en cada uno de los territorios de alrededor de un 10 por ciento. También contempla 30 suspensiones de contratos voluntarias durante 18 meses, continuadamente o en periodos de seis meses. Asimismo, prevé una reducción de salarios hasta 2017 entre un 2,6 por ciento y un 10,45 por ciento en el fijo, y de entre un 2,14 por ciento y el 8,55 por ciento, en el variable, condicionada a los resultados del banco y a la devolución de las ayudas públicas de 124 millones de euros. Asimismo, se eliminan los planes de pensiones y buena parte de los beneficios sociales de la plantilla.

              El plan de reestructuración aprobado por la Comisión Europea el pasado año preveía el cierre de 88 oficinas y la supresión de 800 empleos, aunque no detallaba sus efectos en las entidades que conformaban el banco.

              En su comparecencia en la Asamblea de Extremadura, el 11 de noviembre de 2012, el presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, aseguró que no habría despidos y que las medidas, entonces sometidas a negociación, tendrían un carácter temporal como máximo de cuatro años. Asimismo, calificó de "infundios" las informaciones sobre su sueldo, que rondaría alrededor de 400.000 euros anuales. Pues no: en 2012, el vicepresidente primero de Liberbank percibió 292.533 euros, según la documentación aportada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV),  información publicada el pasado 14 de marzo. El 16 de marzo pasado causó asombro cuando se hizo público que, de enero a septiembre de 2012, había percibido 219.400 euros... Sin embargo, nada sabemos que se haya recortado el sueldo un 50 por ciento, como el presidente, Manuel Menéndez, aunque sí que la alta dirección del banco tendrá recortes superiores al 30 por ciento, dada la creciente tensión que se vive en el seno de la plantilla.

              A falta, pues, de lo que diga la Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias, falta por saber si las pretensiones de algunos de presidir la antigua caja y el banco filial será viable y si los actuales consejeros de las cajas encontrarán acomodo en el patronato de la Fundación que la sustituya, como pretenden otros, que ya no podrían ser consejeros de la caja, o como el vicepresidente primero de Liberbank y actual presidente, Víctor Bravo, si lo fuere de la Fundación, no podría serlo del banco, con lo que perdería su envidiable sueldo. Su predecesor, Jesús Medina, jubilado el pasado 31 de marzo, constituyó la Fundación con salario de subdirector general, para asegurarse una pensión más digna que la que les espera al resto de los mortales, antes de que entrara en vigor la ley que ahora se discutirá en el Congreso. Una Fundación que, por lo demás, solo sirvió para su presidente, los profesores de Económicas que hacían el informe trimestral de coyuntura económica, y dar algún premio que otro, pero que tenía un presupuesto anual de 600.000 euros, calificado como exiguo por Medina. Ya el 2 de mayo de 2012, el consejo de Caja Extremadura acordó por unanimidad proponer el relevo de los once patronos de la Fundación, incluido su presidente, una vez que concluyera su mandato en abril pasado. El texto aprobado, presentado por el presidente,  planteaba "hacer coincidir los miembros del patronato con los vocales del consejo, con carácter de transición" y modificar los estatutos después...

              Nada hemos vuelto a saber de la Fundación y suponemos que habrá que esperar a la ley a ver qué dice; pero la intención ya se vio; como la del laureado Medina, que regaló al Obispado de Coria-Cáceres 200 millones de pesetas por el "Coliseum" --donde nada puede hacerse, porque la salida de emergencia tendría que ir por el chalé de los Málaga, edificio protegido, que ahora se restaura por Caja Almendralejo para su sede-- y la residencia de la calle Clavellinas. ¡Honor y gloria para él!, mientras los empleados  se ven ahora como todo el mundo..., con dinero que no es suyo, y sin dinero para ellos...

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