lunes, 29 de abril de 2013

EUFEMISMOS EN TIEMPOS DE CRISIS

           Define el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) como eufemismo la "manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura y malsonante"; o, dicho de otra manera,  la palabra o expresión con que se sustituye otra que se considera tabú o grosera. La crisis económica, empero, en que nos hallamos sumidos, ha devenido en una inagotable fuente de inspiración para rebuscados eufemismos que jamás hubiéremos imaginado.
 
              Aunque ya en su discurso de investidura, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió, entre otras muchas cosas, "a decir siempre la verdad, aunque duela" (véase Abc.es, del 21-12-2011), como el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, a cortarse un dedo "antes de hacer recortes sociales" (véase Público.es, del 3-7-2011), lo cierto es que los eufemismos han pasado a constituirse, en boca de la clase política, en cinismo, que no otra cosa es "la desvergüenza en el mentir o la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables", o "doctrina de los cínicos" (véase Diccionario de la RAE). No es de extrañar, pues, que los sindicatos convoquen a la gente que malvive por sus promesas incumplidas a manifestarse el 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, porque "No tienen límite. Lucha por tus derechos" (lema de UGT y CC OO), "Se lo quieren cargar todo" (lema en Cataluña), "¡Queda tanto por lo que luchar...!" (USO), "Por el reparto del trabajo y la riqueza. ¡Autogestión!" (CGT) y, en fin, porque "Nuestro problema es la obediencia", según la CNT. Y, así, llegará un día en que el 1 de Mayo dejará de ser fiesta porque no habrá trabajadores ni tajos donde "hincar el pico", ni sindicatos para defender a las clases trabajadoras, ni banderas para ondear al viento y reivindicar "trabajo, igualdad y derechos", porque en España habrá dejado de llamarse al pan, pan, y al vino, vino, como prometió Rajoy. Y porque la última Encuesta de Población Activa (EPA) ha dado la nota: 181.600 extremeños sin trabajo.
              Quedan muy lejanos los tiempos en que el antiguo régimen llamaba "productores" a los trabajadores en convenios y ordenanzas, por la connotación izquierdista de la palabra: o "hembra" a la mujer hasta en el DNI. Ahora, lo que mola es hablar de "movilidad exterior", o "fuga de cerebros", para referirse a la salida de los jóvenes del país (Fátima Báñez, ministra de Trabajo), o "impulso aventurero de la juventud" (Marina del Corral, secretaria general de Inmigración y Emigración). Eufemizan los políticos el "copago" en lugar del "repago", porque se pagaren dos veces los medicamentos, con los impuestos y en la farmacia, aunque al gerente del SES y a su secretario les dé igual, porque es como si oyeren llover en marzo pasado, porque ni devuelven el exceso ni emiten las tarjetas sanitarias. Al rescate bancario se le llama "línea de crédito", "préstamo en condiciones extremadamente favorables", "apoyo financiero", y "reforma estructural necesaria para rebajar el déficit público"... Los desahucios son "procedimientos de ejecución hipotecaria"; el banco malo, "vehículo de liquidación a largo plazo"; la recesión, "crecimiento negativo del PIB"; abaratar el despido es "flexibilizar el mercado laboral"; el finiquito a Bárcenas es "una retribución con pago en diferido" (Cospedal); la nacionalización de Bankia resulta ser una "titularidad indirecta del Estado"; y la amnistía fiscal a los ricos, "medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas",  o "ley de regularización de activos ocultos"...
              ¿Quién dijo recortes? Son reformas, ajustes, medidas de reordenación... ¿Hubiere alguien que se atreviere a decir que estamos en crisis? No, hombre, no: a eso se le llama desaceleración económica, o tasa negativa de crecimiento económico. De subida de impuestos, ni hablar: eso es una modificación de la estructura impositiva (respecto al IVA) o recargo temporal de solidaridad (por el IRPF). El rescate bancario es, según De Guindos, "un préstamo en condiciones favorables para la banca".
              En su blog sobre "Lenguaje administrativo", Javier Badía escribe sobre "Eufemismos y crisis", o cómo el poder utiliza el lenguaje para enmascarar la realidad. Uno de los más agresivos en la actualidad es el "derecho a decidir", utilizado por los soberanistas catalanes que desean la independencia, que Patxi López ha rechazado al referirse también a la consulta propuesta por el gobierno vasco para avanzar hacia el autogobierno, y mostrarse en contra de la ambigüedad, la indefinición y el eufemismo con estas palabras: "La independencia rompe el país." (Véase web de rtve.es del 10-4-2013). "Nos están atacando, nos están ganando", un video que triunfa en la red, destacado hoy por el "Huffington Post": (http://www.huffingtonpost.es/2013/04/28/nos-estan-atacando-nos-es_n_3174772.html).  Nuestro problema es también el silencio, el desahucio de la palabra y, para combatirlo, "poesía contra los desahucios de la razón", como afirmara Caballero Bonald al recoger el premio Cervantes el pasado martes.

miércoles, 24 de abril de 2013

LA DESCAPITALIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO

 
           La LXXVII Asamblea General de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), celebrada recientemente en Granada, ha reivindicado la figura de los profesionales senior de más de 50 años, y con 30 de experiencia, "a quienes se está expulsando de las redacciones", y ha advertido de las graves consecuencias de esta descapitalización para el periodismo de calidad.  La madurez y la experiencia han sido siempre un plus añadido a los valores que encarnare una profesión que, como otra cualquiera, no la da el título, sino su ejercicio, en un continuo aprendizaje que une al conocimiento las tildes consustanciales a la  misma.
              Ya hace años, algunas grandes empresas españolas prejubilaban a sus trabajadores a los 52 años, en plena madurez creadora, con el único afán de obtener más beneficios, aun a costa del resto de los trabajadores españoles, ahorrándose dos años de salarios y Seguridad Social, tras enviarlos al paro, para volver a ella hasta la desvinculación definitiva, alcanzada la jubilación. Esa misma empresa, Teléfonica de España, pretendió hace años, en octubre de 2008, efectuar una eufemística "desvinculación anticipada" de 700 trabajadores, rebajando en cuatro años la cifra habitual de sus prejubilaciones, con las mismas condiciones que aquellos. Los sindicatos, como parte interesada, bendecían aquel alarde de injusticia que pretendía extender como norma, y no hacer excepción, de unas prejubilaciones a los 48 y 52 años, mientras que "un trabajador que está en el andamio tenga que estar trabajando hasta los 65", en palabras del entonces ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
 
              Cuando ni los jóvenes encuentran empleo y los mayores de 45 o 50, expulsados del mercado laboral, lo hallaren, entramos en una dicotomía inválida entre la experiencia no probada, por no adquirida, y la madurez reconocida, pero expulsada del paraíso del trabajo, que implica la descapitalización del conocimiento de un país, incapaz de hallar el término medio de la virtud: dar trabajo a los jóvenes y no perder la experiencia acumulada de los veteranos.
              Los politólogos acuñaron en la "guerra fría" el sintagma "la gerontocracia del Kremlin" para referirse a sus presidentes, dada su avanzada edad, desde Leonid Brézhnev (1964-1982), pasando por Yuri Andropov (1982-1984), Konstantin Chernenko (1984-1985), hasta la llegada del joven Mijail Gorvachov (1985-1991), con 54 años. La gerontocracia es la forma oligárquica de gobierno, en la que una institución o gobierno es dirigido por una pequeña cantidad de líderes, en las que los más ancianos mantienen el control. En Cuba, la cúpula dirigente del país raya los 80 años. El papa Pablo VI instituyó que los cardenales mayores de 80 años no pudieren votar en el Cónclave y, por tanto, no ser electos. Sin embargo, se considera que un papa como el actual, Francisco, con 76 años, ha sobrepasado la edad adecuada para dirigir la Iglesia, cifrada en los 60, en la que se acumulan todavía experiencia y vigor físico y espiritual, como requería el papa emérito Benedicto XVI, como para ejercer unos veinte años. Juan Pablo II fue elegido papa en 1978 con 58 años, el segundo más joven del siglo XX, y su pontificado duró 27 años y 11 meses, hasta el 2 de abril de 2005.
 
              Felipe González (Dos Hermanas, Sevilla, 1942) fue elegido presidente  con 39 años y ejerció catorce años como tal (1982-1996). José María Aznar (Madrid, 1948) fue presidente a los 43 años (1996-2004) y fue el primero en extrapolar a España la norma constitucional americana de dos mandatos de cuatro años como máximo, aunque dejó la puerta abierta "si España estuviera en peligro..."  En una de sus visitas a la Moncloa, el hoy presidente israelí, Shimon Peres (Wiszniewo, Polonia, hoy Vishneva, Bielorrusia, 1923), que hoy frisa los 90 años, conocedor del retiro anticipado de Aznar, le mostró su extrañeza ante tal circunstancia dada su juventud.
              Para no ser menos, Extremadura fija en ocho años el mandato del presidente de la Junta, según el anteproyecto de ley del Estatuto de Cargos Públicos, ahora a estudio en el Consejo Consultivo, dado a conocer el pasado mes. Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Mérida, 1948) fue presidente de la Junta de Extremadura con 35 años y estuvo 24 años en el poder (1983-2007), en que dio paso a su sucesor, Guillermo Fernández Vara (Olivenza, 1958), presidente entre 2007-2011, que accedió al cargo con 48 años, mientras que el actual, José Antonio Monago (Quintana de la Serena, 1966) desde el 7 de julio de 2011, asumió el cargo con 45 años.
 
              Ni la edad, ni la unificación de jurisprudencia de los cargos públicos ni su régimen disciplinario y sancionador, hacen al buen político. El político nace y después se hace. Cuando los partidos políticos de una democracia asentada, como Italia, que ha sido capaz de gobernarse con un pentapartito, se ven ahora incapaces para formar un gobierno de coalición, y han de pedir a su anciano presidente de 87 años, Giorgio Napolitano (Nápoles, 1925), que el 10 de mayo cumpliría su segundo mandato de siete años, un tercero, a qué hablar de edad a nuestra conveniencia, de limitación de mandatos..., cuando nuestros diputados juran o prometen la Constitución saltándose a la torera la fórmula reglamentaria, con la anuencia del presidente de la Mesa de Edad, que les otorgare su condición de diputados. Y miren por dónde: la Constitución italiana sí exige una edad mínima para ser presidente de la República: 50 años. Aquí, ninguno hubiera pasado el corte, excepto Calvo Sotelo, presidente a los 55. Pero, en fin, si todo es por quitarle la casa a los ex presidentes, que ellos pactaron, y ahora por salvar el pellejo del bipartito..., pues vale.

viernes, 19 de abril de 2013

DONDE LA ESPERANZA CULMINA...

           Donde la justicia social del Estado de Derecho acaba, principia la caridad cristiana. ¡Ay si no existiere la caridad, perdida toda esperanza...! Cada día más españoles pierden su esperanza y no hallaren otra fe sino la caridad que les diere de comer. "El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor, pero el que se apiada del necesitado le honra." (Proverbios, 14:31). Ha reconocido el maestro de la Salud y de la Política Social de la Junta de Extremadura, Hernández Carrón, el penúltimo eslabón para la inserción, antes que la renta básica, último eslabón --afirma-- para aquella. Solo que Caritas existiere antes que la caridad del consejero; pues si no hubiere existido, ¿a qué la renta básica? "Primum vivere, deinde philosophari" (primero vivir, después filosofar). En roman paladino: primero, la obligación; después, la devoción. Y ha comprendido las palabras del evangelio: "En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de estos, tampoco a mí lo hicisteis." (Mt. 25:45). Frase proverbial española, "la esperanza es lo último que se pierde", o aferrarse al deseo que se espera ver cumplido. "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré." (Mt, 11, 25:30). A dónde ir, Señor; qué camino toman los pobres que no hubieren que comer ni ropas que vestir sino Cáritas, la caridad que se entrega por amor al prójimo, sin nada a cambio. 
 
           Más parlamentario que político, más vocero que cumplidor de lo que predicare y no cumpliere, Carrón se ha rendido a una evidencia: la cadena de Cáritas, que no se abre y se cierra en las políticas de su Consejería, sino que existiere antes que su hacedor, y ha entregado a las tres Cáritas extremeñas 650.000 euros para que sigan ayudando "a las cada vez más personas sin hogar de la región". (Véase el digital de El Periódico Extremadura del 18-4-2013).
 
              Dominaba un Carrón, antes portavoz que gestor de la Salud, el hemiciclo, con su voz torrentera, la portentosa figura que dominare el escenario y que levantare los fáciles aplausos de los suyos. Parlamentario más que político, el maestro persigue la convicción a través de la retórica; pero olvida que la convicción no está en el escenario vedado a los necesitados --como lamentablemente resolviere días pasados su presidente, después converso--, que no fueren escuchados ni hubieren su portentosa voz. Ahora, en la gestión política, no vale la oratoria, sino la política de los hechos, y se aviene a reconocer, fuera del hemiciclo, lo que en los despachos pareciere negarse: el tributo al César ("dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", Mc, 12:17). Carrón niega a los pensionistas lo que fuere de ellos y a su César, lo que él le pidiere... Confunde la derecha la caridad con la justicia social y pretende cerrar con una ley de mínimos lo que ya abriere Cristo hace dos mil años: "Porque cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido." (Mt. 5, 17-19).
 
              Es vanidoso el político orador en la tribuna; fuera de ella, se retrae, pierde la voz, sumido en mil y un problemas que no resuelve la retórica. No se da la talla por la estatura, sino por la altura de miras, por los hechos, no por las palabras. Todo lo que hiciere fuere poco en la región más pobre. Y aun así, los gestores de Cáritas, agradecidos, le ruegan más generosidad, "cuando tenga posibilidades, porque cada euro irá donde tenga que ir". (Íbid.) Ha perdido la tribuna el maestro. Solo le falta aprender la praxis de la política: la justicia antes que la caridad; la igualdad antes que las diferencias que ahondan la separación de clases sociales; la justa distribución de la riqueza, antes que la palabra encendida y vacua; el exacto lugar de la justicia social previo a la caridad; la fe recobrada antes que la esperanza perdida por quienes no vieren en el horizonte otro credo político y religioso que la necesidad humana...; como la política, el arte de lo posible, empezando por los de abajo, nunca por los de arriba, que ya lo hubieren todo y nada precisaren... y para volver a cantar un día con Labordeta el "Canto a la libertad".

miércoles, 17 de abril de 2013

LIBERTAD, UN HALLAZGO EN MÉRIDA

           Ha llegado la primavera de improviso. Camino de la capital de Extremadura, los campos aparecen pletóricos de verde y de flores de jara. Llego a la estación de la que tantas veces partí. Torno a la plaza, junto a la concatedral de Santa María. A esa hora, primeras de la tarde, los niños salen del colegio e invaden las aceras de la calle Félix Valverde Lillo, mi calle de hace años. La cruzo. Tomo una paralela por la que tantas veces pasé. En el caminar me encuentro con el compañero al que tanto admiro, quise y defendí. Dos veces compartí mesa y mantel con él; le hice una entrevista; escribí artículos sobre él. Me reconoce, nos saludamos; pero nada más. Sus correligionarios le han confundido sobre mí. Gustaría de una charla pausada con él, con algún otro compañero, que defienden el diálogo por encima de la tozudez y de la cerrazón; pero no ha lugar. Todo pasa y todo queda,/ pero lo nuestro es pasar,/ pasar haciendo caminos/ caminos sobre el mar", como diría Machado. Le han engañado y confundido quienes pretenden vivir a su costa. No se resignan a conocer la verdad: solo desean su verdad frente a la de otros, que no detentaren otra verdad, sino su verdad, pero no la verdad. Ha terminado la hora para el que tantas horas de trabajo diere en la capital y para quienes no tuvieren el trabajo como norte y guía, sino como atajo para el bien vivir y quienes se lo consienten.
 
              Volver a la capital es retornar al pasado reciente de nombres, afanes y recuerdos. Ver un Guadiana expansivo, las pequeñas calles de la ciudad antigua, a las que volviere desde Nueva Ciudad; ver de nuevo a Octavio Augusto y a Agripa; los puentes Lusitania y el Romano, que cruzare andando y en coche. Retornar a Mérida es como volver a una Pompeya resucitada de sus cenizas, aunque viere locales cerrados "por jubilación" y otros quizá por descanso semanal, como "La Taberna de Sole", a la que tanto recuerdo.
              Voy al encuentro de un compañero y recuerdo a decenas de ellos perdidos en el camino. Llamo a dos antes del reencuentro: me responde uno tan solo. Hubiere deseado más tiempo para verles a todos y abrazarles; pero solo tengo un tiempo y un lugar tras los versos del carmen 85 de Catulo: "Odi et amo, quare id faciam, fortasse requiris. /Nescio, sed frieri sentio et excrucior." (Odio y amo. Quizá te preguntes por qué hago todo esto. /No lo sé, pero siento que así ocurre y me torturo"). El amor y la pasión, o el desencuentro de deseos opuestos: la ternura y los celos, el egoísmo y el desinterés, en traducción de Octavio Paz. Entro en el local. Una campana anuncia mi llegada. Sale el amo y me acomoda. Memoro: fue el lugar de la última cena en Emerita Augusta. Hago unas llamadas. Me encuentro en casa. He vuelto a oír una voz que no escuchare hacía cinco años. Me ha faltado oír la otra voz, la que se quedare sin mi habla y su otra habla. Tantas otras allí encontradas y perdidas, sin tiempo ya para otra espera.
              Entonces, como si fuere en la escena del teatro --¿pues, qué teatro, sino el Romano, cerrado aún el "María Luisa"?-- aparece ella, toda de negro sobre la viva blancura de su efigie romana. Su nombre es Libertad. ¿Libertad?, interrogo. "Quiere decir que usted nació después de la Constitución, verdad?" Me lo ratifica. Mi amigo me dice que pertenece a la asociación local para la recuperación de la memoria histórica. Tan joven y trabaja en la resurrección del pasado, haciendo honor a su nombre. Observo su cara y fuere la viva imagen de una matrona romana, como un retrato más de "La mirada de Roma". Se lo hago ver. Asiente, orgullosa de su pasado. Va y viene Libertad atendiendo las peticiones de sus clientes. De cuando en cuando, sin parar de hablar con mi amigo, mi mirada torna hacia ella y no paro de admirar su efigie romana. Mi interlocutor me lo reafirma. Ha terminado la comida. Todo servido ya, los amigos de Catulo comen ahora los productos de su huerta. No deseamos irnos sin despedirla. Llamamos a la puerta para decirles adiós. Se levantan todos y, por última vez, aparece Libertad, como si esperare un requiebro del verso de Catulo: "Libertad, amo tibi multum" (te quiero mucho, Libertad), porque en tu Mérida, me has devuelto una parte de la Mérida de mi pasado; presente y pasado en tu joven memoria; negritud de tus ropas sobre la blancura de tu faz. Libertad que transmites felicidad en un mundo que devuelve la espalda al amor y no halla la felicidad que se fue y no vino, pero viva en tu sonrisa..., entre la vieja y Nueva Ciudad, de tantas labores y miradas. Fui a buscar solo una, Libertad; pero hallé tres: la tuya, la que vi y escuché e incluso las que faltaren..., aunque echare de menos, entre los dos ciudades perdidas y halladas en una tarde de primavera en tu "Tabula calda".

sábado, 13 de abril de 2013

DIOS SALVE A ESPAÑA

           Hubiere podido escribir -¿y por qué no?-- "Dios salve al Rey" (God save the King), en versión inglesa si el monarca fuere varón, de la patriótica canción del Reino Unido, tradicionalmente utilizada como himno nacional y de los demás países que reconocen a la Reina o al monarca británico como su jefe de estado. Todos hemos sido testigos, en alguna ocasión, del respeto y de la unidad con que los británicos se unen en el canto de su himno, ya sea en la boda del príncipe Guillermo con Catalina, o al inicio de algún partido de fútbol; pero extrapolar su letra al monarca español en vísperas del 82 aniversario de la proclamación de la II República, y con la que está cayendo, pudiere ser calificada por muchos de los antes considerados "republicanos del rey don Juan Carlos" como una ofensa más que como una señal de respeto hacia el símbolo que encarna "la unidad y permanencia de la patria". Por ello, y porque España está hoy más que para un debate entre Monarquía o República, para atajar sus males de raíz y solventar sus problemas, que fueren muchos y más importantes que su forma de Estado que, hasta la fecha, ha dado al país más beneficios que daños morales, como el paro o la corrupción generalizada de instituciones y personas. Y esto no lo ha hecho el Rey -que reina, pero no gobierna-, sino los sucesivos gobiernos, los partidos, las instituciones ...
 
              España no es el Reino Unido, ni mucho menos una clase política que mirare para sí más que para los demás. Cuando renuncia a sus compromisos y promesas electorales desde el momento mismo de la jura o promesa de su cargo, eludiendo la "lealtad al Rey" prevista en la fórmula del reglamento, para declararse implícitamente "republicano" antes que monárquico, con la boca chica antes que con la grande, abdican como políticos de su voluntad de servir a los ciudadanos que les eligieron. Y quienes esto hacen no pueden pedir ahora al Rey su abdicación, ni a la infanta, ni menos, como hacen otros, su divorcio. Esto es algo que compete al Gobierno o al Parlamento y a todos los españoles decidir en referéndum; y sobre cuestiones  personales, como la renuncia a la línea de sucesión a la Corona -cuando la infanta imputada fuere la séptima-, y no hubiere ley al efecto, o más aún su divorcio, e incluso el título de ducado, es algo que corresponde al Rey o a ellos mismos decidir. Son ellos quienes abdican de sus compromisos y obligaciones; patriotas de pacotilla capaces de hundir a la patria con tal de salvarse a sí mismos; los que hubieren vergüenza de su bandera e himno, incapaces de hacerle una letra para cantarla todos juntos, como nuestros vecinos europeos, aunque ganemos las Copas del Mundo y de Europa de fútbol, el país "mediocre" del que hablare Forges, aunque tengamos lo que merecemos.
              Todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Ser imputado significa, en Derecho Penal, aquella persona a la que se le atribuye un delito, siendo uno de los más relevantes sujetos del derecho procesal y, en su calidad de tal, le amparan ciertas facultades, elevadas a la categoría de garantías procesales, como las de defensa en juicio, presunción de inocencia y otras; pero la imputación no implica delito, aunque no imputar a la infanta sería negar que la justicia no fuere igual para todos, y "dejaría que la incógnita se perpetúe", en palabras del auto del juez Castro, lo que sería "un cierre en falso en detrimento de que la justicia es igual para todos", como proclamare el Rey en su discurso de Nochebuena de 2011.
              Aunque el caso Noos sea el más mediático, por tener como protagonista al yerno del Rey, y ahora a su esposa, la infanta Cristina, hay que recordar que en mayo de 2012 había en España 800 cargos públicos imputados, de los que 100 figuraron en las listas de las últimas elecciones. El caso Gürtell, o el soborno a políticos del PP a cambio de la adjudicación de contratos públicos; el caso Palma Arenas, que se ramifica en otros veinte casos, y que afecta tanto al PP como a Unió Mallorquina; el caso Campeón, en Galicia, con la imputación del ex ministro socialista Blanco; los Eres falsos de Andalucía, en el que están implicadas más de 1.500 personas; el del Palau de la Música de Barcelona; el caso Pókemon, de Orense, que afecta a las tres principales fuerzas de Galicia (PP, PSOE y BNG); el caso Pallerols, sobre la financiación irregular de UDC de Cataluña; los casos Bárcenas y Malaya; el caso Pretoria, que afecta al alcalde de Santa Coloma y a figuras claves de los gobiernos de Jordi Pujol; el caso Mercurio, o el de las ITV, derivado del caso Campeón; las preferentes y subordinadas; los bancos y las cajas, de los saqueados y saqueadores...
              A tal extremo llega la corrupción en España, que la falta de credibilidad de la clase política preocupa tanto como el paro y aquella, y afecta al descrédito de la política y a la desafección a los políticos en general. El propio ex presidente de la Junta de Extremadura, Fernández Vara, proponía castigar la corrupción con penas equivalentes al asesinato. "O salimos los políticos de la vía muerta, o la que se muere es la política", escribía el pasado enero en su blog.
              Con todo esto, quien más pierde es la marca España, no estos o los otros; quien más sufre es la infanta, que ha dado muestras de una fidelidad y amor a su familia que para sí quisieren muchos; y quien también sufre, impertérrito, es el Príncipe, por los pecados de otros. España está, y debe estar, muy por encima, y más en la hora presente, de definiciones categóricas que no sean la ética, la transparencia, la fidelidad al servicio público con honestidad, y el imperio de la ley por encima de todos, sin indultos ni amnistías. Y, sobre todo, no condenemos a nadie de antemano, porque todos somos inocentes hasta que no se demuestre lo contrario. Y del Rey abajo, ninguno, como escribiere Zorrilla, ni en derechos ni en honra, pero sí en honores, porque él, el Rey, los hubiere por derecho.

viernes, 12 de abril de 2013

¡DEVUELVAN EL COPAGO A LOS PENSIONISTAS...!

           Ha tenido que ser, hasta el momento y por lo que se ve, este periódico, Digitalextremadura (DEX), el que dé cumplida información sobre la aprobación ayer por el Pleno de la Asamblea de Extremadura de la iniciativa del Grupo Parlamentario Socialista por la que se insta al Gobierno de Monago a devolver íntegramente a los pensionistas el importe excedido en los seis meses desde la entrada en vigor del copago farmacéutico, con los correspondientes intereses de demora.
 
              El debate en el Pleno de la Cámara del proyecto de ley de la Renta Básica Extremeña que, aunque parece tener buena música, no es tanto como lo que parece, por las exigencias del guión para llegar a cobrar los 692 euros mensuales, con el que ayer se aprobó por unanimidad el debate de la totalidad del proyecto, obnubiló este otro debate aún pendiente.
 
              La devolución del exceso del copago a los pensionistas desde el pasado julio, anunciada en enero pasado por los dirigentes del SES, se ha visto rodeada de un halo de misterio, oscurantismo y mentiras tal que ni el proyecto de ley de la Renta Básica Extremeña ha conseguido acallar. Solo hay que ver la información ofrecida ayer por el digital Hoy.es, en la que la mayoría de las entradas de los lectores aludían a la devolución del copago, sobre el que nada se decía en la información, más que al proyecto aprobado en primera instancia.
 
              Pocas veces han coincidido el PSOE e IU en lo que va de legislatura en unir sus votos para instar a la Junta a devolver íntegramente a los pensionistas el importe excedido en los seis meses desde la entrada en vigor del copago. con los correspondientes intereses por demora, tal y como había anunciado el presidente del Grupo Socialista, Fernández Vara. El hecho, pues, bien merecía una información aparte entre los asuntos del Pleno de ayer, porque las mentiras ahogan a veces la verdad.
 
     Según la crónica de Gloria Pajuelo, reflejada ayer en DEX, la encargada de presentar y defender la propuesta de impulso del Grupo Parlamentario Socialista, Emilia Guijarro, solicitaba también la puesta en marcha de los mecanismos para que los pensionistas extremeños no tengan que adelantar ni un solo euro por encima del límite máximo de aportación mensual, según el nivel de renta establecido en el Real Decreto ley 16/2012, iniciativa a la que se adhirió IU-V-SIEX.
 
              Están de más las palabras de la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Teresa Tortonda, en el sentido de que "este Gobierno está cansado de pagar facturas y deudas del anterior Ejecutivo socialista. Si estamos pagando todo esto, ¿por qué no vamos a pagar a nuestros pensionistas?", se preguntaba. Hay que recordar que el copago comenzó en julio del pasado año, con los populares ya en el poder. La abstención del PP, por lo demás, no viene sino a confirmar su nulo interés en devolver lo que fuere de obligado cumplimiento. Así, el Pleno del Ayuntamiento de Miajadas (Cáceres) rechazó días pasados una moción en el mismo sentido con los votos en contra del PP, cuyo alcalde daba por buenas las explicaciones ofrecidas por la Junta hace unos días.  (Véase Hoy.es del 3-4-2013).

           Efectivamente, el pasado día 1, el secretario de Sanidad del PSOE de Extremadura, José María Vergeles, alertaba del cambio de las "reglas del juego" en el copago. (Véase la edición digital de El Periódico Extremadura del 1 de abril último), cuyas declaraciones fueron respondidas tanto por el consejero como por el presidente. Luis Alfonso Hernández Carrón declaraba que "no llegaban a 500 los pensionistas que lo habían reclamado sobre un porcentaje de 200.000". (Véase Expansión.com. del 5-4-2013). José Antonio Monago, por su parte, respondía a una pregunta de Guillermo Fernández Vara en la Asamblea, asegurando que ya se habían pagado las devoluciones correspondientes a julio, agosto y septiembre del pasado año, no así a "los que no han alcanzado los siete euros de adelanto, ya que se espera que se llegue a esa cantidad para no gastar más en la transferencia que en el propio importe". (Véase la edición digital de El Periódico Extremadura del pasado día 21 de marzo). A Vergeles nadie le ha respondido aún sobre las exigencias del SES para efectuar el copago, de las que nadie tiene ni idea: ni los médicos, ni las farmacias, ni los pacientes. Y lo dicho anteriormente va en contradicción con lo manifestado el pasado 3 de enero por el gerente del SES, Joaquín García, y el secretario del citado Servicio Extremeño de Salud, César Santos, quienes anunciaban que los datos de devolución del mes de julio "indican que se ha devuelto menos de un euro (con un importe total de 4.155 en total) a 8.600 personas; mientras que a 30.800 pensionistas se les devolverán menos de cinco euros (con un importe que asciende a 65.841)." (Véase Europapress.es, del 3 de enero pasado). ¿Quién miente aquí? Los pensionistas, desde luego, no. (Publicado en Digitalextremadura -DEX- el 12-4-2013).
 

miércoles, 3 de abril de 2013

LOS MUERTOS VIVIENTES

         No están muertos, pero viven como si lo fueren. Ni se les ve ni se les oye; están, pero no se les espera; pero continúan ahí, agazapados, escondidos, avergonzados de su situación. Viven sin vivir en sí, como santa Teresa: "Vivo sin vivir en mí/ y de tal manera espero/ que muero porque no muero..." Fuera de la necrópolis, donde reina el silencio de los muertos, la ciudad, los pueblos y las villas, viven sin vivir en sí, con un silencio cada día más espeso, que discurre como la lava del volcán que todo lo mata. Los letreros de las ciudades indican más muerte que vida: "se vende, se traspasa..." La ciudad muere, se muere, porque, aunque hubiere vida para vivirla, nada espera ya de un mundo cada día más ególatra, en el que los pocos ricos, cada día fueren más ricos, y los pobres, cada vez más pobres. Disminuye el ahorro ante la escasez de dinero; no hay dinero porque no hay trabajo; y, sin ellos, disminuye el consumo. Cierran los comercios y las pequeñas industrias; la reforma laboral engendra más paro; el paro incuba miseria; la miseria conduce a la desesperación y a la muerte. Las calles están vacías, pero no porque llueva, sino porque antes no lloviere lo que tuviere que llover.

            Censa Extremadura 152.869 parados; pero no se les oye ni se les escucha, porque no tienen voz; y si la hubieren, los detentadores de su voz la subvierten en eufemismos: "caída moderada", "se suaviza".., mientras bajan los cotizantes a la Seguridad Social, suben los ERES nuestros de cada día; el principal problema de la región no merece ni una sola medida de gracia para combatirlo... Hasta los partidos se convierten en hermanitas de la caridad para buscar alimentos, en lugar de buscarla en la política correctora de los desequilibrios, que fuere su misión.

            A qué hablar de escraches, de acoso, de violencia que nada resuelve, cuando se ha perdido toda esperanza. Viven, pero buscan la muerte antes de ser desahuciados: 3.145 suicidios en 2010 en España: unos por impagos hipotecarios, otros por impagos de alquiler; algunos por ocupación indebida; unos lo intentan; otros mueren por causas desconocidas, pero relacionadas con el desahucio. Todos buscaron la muerte cuando tenían vida abundante; pero los políticos miraron para otro lado, como si la vida de los demás no fuere con ellos, sus votantes.

            Teresa ansiaba la muerte para encontrarse con su Amado. En España se busca la muerte por no encontrarse solo en la calle; solos y desvalidos; pidiendo con la escritura sin decir nada de palabra; rastreando en la basura la comida que da vida; con nocturnidad, y sin alevosía, para no herir más su espíritu de la vergüenza propia que no tuvieren algunos políticos. Y antes de dejar su país, como sus padres y abuelos, abandonan la vida. No esperan la muerte: salen a su encuentro, al contrario que Teresa:
 
"¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros,
en que el alma está metida!
Solo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero, porque no muero."
 
 
             Sin salida, solo la muerte pone el punto final a todos los desvalimientos posibles y los sufrimientos insoportables; la muerte prohibida por ley divina y humana, pero ansiada y hallada por todo remedio, porque solo ellos abonaron la vida convirtiéndola en necrópolis..., donde también irán ellos algún día, como los lodazales en que las aguas desatadas convierten hoy los campos que un día tanto la ansiaren...

lunes, 1 de abril de 2013

UN ENGAÑO A LOS PENSIONISTAS EXTREMEÑOS

            Cuando los pensionistas extremeños seguían esperando la devolución del exceso de gasto en el copago farmacéutico, vigente desde julio, así como el envío de su tarjeta sanitaria --anunciados en rueda de prensa por el gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES) el pasado enero-, he aquí que el secretario de Sanidad del PSOE regional, José María Vergeles, médico de profesión y político de vocación, descubre, al término del primer trimestre del año, el porqué de los retrasos en la devolución y por qué las tarjetas prometidas no llegan. 
 
           Vergeles denunció el pasado lunes 1 de abril que las gerencias de área de Salud estaban emitiendo notas interiores en las que cambian las "reglas del juego" a los pensionistas para cobrar el exceso de pago en el copago farmacéutico, "al exigirles numerosas fotocopias y documentos". (Véase http://www.psoeextremadura.com/index.php/noticias/625-cuando-lleguemos-al-gobierno-acabaremos-con-las-concesiones-de-los-hospitales-de-don-benito-y-caceres).
 
            En resumidas cuentas: a los pensionistas con receta electrónica, el exceso del copago se les devolverá de oficio; pero a quienes aún reciben las prescripciones facultativas con receta manual, les obligan a presentar una fotocopia del DNI, un documento de alta a terceros; original de la factura o tique acreditativo de los gastos realizados con receta manual, sellado y firmado por la oficina de farmacia expendedora de los medicamentos, además de las fotocopias manuales legibles debidamente cumplimentadas.
 
            Nadie advirtió nunca de que habría que tener los tiques sellados por las farmacias, aunque muchos los guardaren, ni menos aún que las recetas manuales también hubieren que guardarse, "legibles y cumplimentadas", para solicitar la devolución por el exceso en el copago. Y para saber esto, ha habido que esperar tres meses desde que se anunciara que se pagaría mes a mes el débito desde julio de 2012 desde enero pasado. Y nada digamos de las 70.000 tarjetas prometidas que, a lo que parece, a nadie han llegado. Pretender involucrar a los pensionistas en una trama burocrática para acceder a lo que por derecho les corresponde, constituye, además de un engaño manifiesto, una indignidad rayana al nivel de la quita a los preferentistas o tenedores de subordinadas de la banca. Y, por si fuera poco, el sistema informático anunciado para no seguir financiando la Seguridad Social de esta forma, tampoco llega o nadie desea ponerlo en marcha.
 
            Vergeles ha sido prudente como político y cauto en poner calificativos en lo que supone un atropello más "al copago brutal que acaba con la justicia social", y ha anunciado que su partido estudiará jurídicamente este cambio de las reglas de juego de la Junta de Extremadura.
 
            Mientras, el presidente del Ejecutivo, José Antonio Monago,  se ha visto obligado a convocar un Consejo de Gobierno extraordinario para estudiar el cierre de los 21 Puntos de Atención Continuada (PAC), que afecta al 30 por ciento de la población rural extremeña, tras la sentencia del Tribunal Superior de Castilla-La Mancha, que ha obligado al ejecutivo de la comunidad vecina a abrir los PAC que había cerrado, aunque, para él, ambos casos son distintos, porque allí se actuó sobre los "principales" y aquí sobre los "accesorios", y echa las culpas de esa terminología clasificatoria al anterior Ejecutivo. (Véase http://www.20minutos.es/noticia/1770849/0/).
 
            El caso es seguir echando balones fuera, aunque el paro llegara en febrero a 132.411 extremeños, casi 70.00 sin ingreso alguno, según el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE); aunque la Junta se guarde los 2,5 millones de euros percibidos por el copago; y aunque se redacten los concursos para la construcción y explotación de primera fase del hospital Don Benito-Villanueva y la segunda del nuevo hospital de Cáceres, lo que conllevaría un traspaso del personal a las empresas adjudicatarias. Lo más increíble es que el bipartito PP-IU se negara a aceptar la propuesta de ley socialista en defensa de la sanidad pública, porque "invadía las competencias del Ejecutivo". ¿Quién invade aquí a quién: la política de recortes, y no de reformas, del Ejecutivo, o la dación en pago diferida, por parte de PP e IU, a su programa de empleo y de las líneas rojas ya traspasadas a la población más desfavorecida? La política de recortes, y no la del empleo, parece ser la única para el PP; y la deserción del debate-debate y lavarse las manos, por parte de IU, el partido de los "descamisados" y de la "pinza", o la traición a la clase trabajadora "in illo tempore"... y en la actualidad.