martes, 13 de noviembre de 2012

ISABEL, REINA DE CÁCERES, DONDE LA UNIDAD PRINCIPIA

 
Web de RTVE
Isabel es coronada en Segovia
(en realidad, Concatedral de Santa María de Cáceres)
 
Lo dijo, dejó escrito, el historiador de la España Moderna: Manuel Fernández Álvarez (1921-2010), catedrático en Salamanca: “De Isabel debemos aprender una de sus grandes lecciones para los tiempos actuales y venideros: hay que mantener la unidad de España con toda ilusión y de una manera firme.” Peregrinó el profesor por la Historia de España de quinientos años: en El Escorial con Felipe II; en Yuste con Carlos V; en Simancas y Tordesillas, con Juana la Loca; y de nuevo en Simancas, con la Reina Isabel, esplendente, ahora, en Cáceres. De Cáceres tornó a Salamanca quien en sus aulas universitarias sentare cátedra de sabiduría, y abriere una línea de estudio sobre su historia moderna pareja a la de su maestro, Ángel Rodríguez Sánchez (1944-1988), primer teniente de alcalde de Cáceres, quien ya catedrático, le sucediere, no por muchos años, en su cátedra, hasta su temprana muerte, antes que su maestro, en 2010. La Historia les unió y la vida les separó.
            Isabel y Fernando establecieron las bases para la unificación política de España que continuare su nieto, Carlos I de España y V de Alemania, emperador del Sacro Imperio Romano. El Emperador retirado en Yuste, fallece allí en 1558, apartado de la pompa mundana. César, el César Carlos o Su Majestad Cesárea, hereda de sus abuelos maternos Castilla, Navarra, Aragón, Canarias, Nápoles, Sicilia, y de sus abuelos paternos, Maximiliano I de Austria y María de Borgoña, los Países Bajos, Luxemburgo, el Franco Condado, los territorios austríacos y el derecho al trono imperial alemán. España y el mundo, a sus pies.
             ¿Qué le diere a Cáceres Isabel, además del marco para su figura de reina, encarnada por una joven Michelle Jenner (Barcelona, 1986), de orígenes ingleses y franceses? Cuarta serie para TV, once películas desde 1945 sobre Isabel, Cáceres es casi plató único de la serie rodada entre agosto y octubre de 2011, cuyo primer capítulo se emitiere el 10 de septiembre de 2012. De Madrigal de las Altas Torres a Granada, Cáceres es escenario, pero también historia, de la reina Isabel. Para exteriores: la concatedral y la plaza de Santa María, la plaza de San Mateo y los Adarves, los jardines de los Ulloa, la iglesia de San Juan, la muralla, el palacio de Carvajal, la calle Amargura, el Arco de la Estrella…Pues, ¿para interiores?
              Isabel viene a Cáceres el 9 de julio de 1477, recibe a las autoridades y “le son leídos los capítulos de las ordenanzas que su alteza les daba para su buen gobierno”, cuenta Sanguino Michel en su obra“Tradiciones extremeñas”, en la que refiere dos anécdotas: la de la reparación con su aguja de los desperfectos que el tiempo cometió en la enseña que trajo Alfonso IX a la conquista, el Pendón de la Villa, “que se pasó a llamar de San Jorge, por ser el 23 de abril cuando fue ganada Cáceres, festividad del santo”,y aquella otra de la Huerta de la Merced (Ribera del Marco), en la que un pobre labrador le ofrece una manzana, “y agradecida, la reina le manda pedir una gracia, a lo que el hombre le contesta que solo quiere agua para poder regar…,heredad que se mantiene, con el privilegio de poder regar al arbitrio de quien la cultiva.” Antes, el 30 de junio, en el Arco de la Estrella, puerta de Cáceres, jura los fueros y privilegios que les fueron dados por Alfonso IX a la villa: “Sí, juro, e amén.” Dos años después, el 27 de febrero de 1479, jura allí mismo los Fueros su marido, Fernando II, ya rey de Aragón por la muerte de su padre, Juan II, que concede a Sancho de Paredes Golfín, uno de sus pocos partidarios en la villa, el derecho a poner su escudo real en la fachada de su palacio de los Golfines de Abajo.
              Da a Cáceres Isabel un escudo propio: con un castillo en la mitad y un león en la otra. En 1477, ordena desmochar las torres palaciegas, no las de las murallas, por las luchas e intrigas nobiliarias y para reprimir la desobediencia de sus dueños que apoyaron a Juana la Beltraneja, la hija de su hermano, el rey, con la que se disputa la Corona de Castilla, tras la muerte de este, excepto la del Palacio de las Cigüeñas, actual casa de los Cáceres-Ovando, para distinguir la fidelidad del capitán Diego Ovando de Cáceres, miembro del Real Consejo de los Reyes Católicos.
              Desde 1474, Isabel es reina de Castilla tras la muerte de su hermano Enrique IV. Ha contraído matrimonio con Fernando el 19 de octubre de 1469 en el Palacio de los Vivero de Valladolid. El 13 de diciembre es coronada en la iglesia de San Miguel de Segovia (en la serie televisiva, la Concatedral de Cáceres). Fernando, príncipe de Aragón y de Gerona desde 1461 y rey de Sicilia desde 1468, se halla con Isabel en Trujillo, y allí conocen la noticia de la muerte de su padre, el rey Juan II. Fernando es ya rey de Aragón. Comienza aquí la unidad dinástica de España.
              Recrea Cáceres la historia de Isabel y Fernando; es historia viva en Cáceres: Trujillo, ya dicho. En 1504, a los 53 años, muere Isabel en Medina del Campo. En 1505, por la Concordia de Salamanca, se acuerda un gobierno conjunto de Felipe I el Hermoso, Juana I y Fernando el Católico para Castilla. En 1506, por la Concordia de Villafáfila, Fernando se retira a Aragón y Felipe el Hermoso es proclamado rey. En 1507, muere Felipe I y Fernando torna a ser regente de Castilla, en nombre de su hija Juana I, la Loca. Cáceres, de nuevo a escena: el 23 de enero de 1516, Fernando el Católico fallece a los 64 años en Madrigalejocuando se disponía a asistir a los capítulos de las Órdenes de Calatrava y Alcántara en el monasterio de Guadalupe. La causa de su muerte pudo estar relacionada por el abuso de un afrodisíaco, en un intento de lograr un heredero varón con su segunda esposa, Germana de Foix. El cardenal Cisneros es regente hasta que el joven príncipe Carlos, proclamado en Bruselas rey de Castilla y de Aragón, venga a España para ocupar el trono, aunque la reina legítima fuere Juana, que falleció un año antes de que Carlos abdicara los reinos hispánicos en su hijo Felipe II.
              Guadalupe es el retiro para la reina Isabel, “su paraíso”. En 1464, el rey Enrique IV de Castilla llevó al monasterio a su hermanastra, la infanta Isabel, con la intención de acordar su boda con el rey Alfonso V de Portugal. La infanta rechaza al pretendiente portugués, pero se enamora de su retiro. Isabel visita varias veces el monasterio: en 1477 tras haber vencido en la batalla de Toro, donde el arzobispo Carrillo oficia un funeral por el fallecido rey Enrique IV de Castilla. En 1486, Colón acude a Guadalupe con la Corte de los Reyes para insistirle en la financiación del viaje a las Indias. En 1492, la reina acude de nuevo al monasterio para darle las gracias por la rendición de Granada. Dicta allí dos cartas para los alcaldes de Palos y Moguer para que les entreguen las carabelas a Colón para su viaje a Indias. Tras su primer viaje, el Almirante de la Mar Oceana vuelve a Guadalupe para dar gracias a la Virgen y bautizar a dos indígenas que trajo consigo. Promete a los frailes que, en su segundo viaje, pondrá el nombre de Guadalupe a la nueva tierra que descubriere. Desde entonces, Guadalupe es el toponímico español más difundido en América: nombre de mujer, de pueblos, ríos, montañas… y de la isla de su nombre. El testamento de Isabel se conserva en el monasterio; una copia fue enviada a Santa Isabel la Real de Granada y una segunda, a la catedral de Toledo. Desde 1575 pasa al Archivo General de Simancas, compendio de la Historia Moderna de España, creado por Carlos V.
             ¿Hubiéremos sabido qué fue la Sentencia Arbitral de Guadalupe? Fue una resolución dictada por Fernando II de Aragón, el 21 de abril de 1486 para poner fin al conflicto secular entre los señores feudales y los payeses, agricultores, y ganaderos del reino de Aragón, presionado por la guerra civil del Principado de Cataluña (1462-1472).
               En 1993, Guadalupe es inscrito, junto a Mérida, como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Guadalupe es también fray Juan (Juan Luis Barrera González, Llerena, Badajoz, 1932), responsable de la hospedería del monasterio desde marzo de 1954, que convierte en un hotel de fama. Descubre fray Juan la cocina antigua del monasterio y en ella, “la sopa de la reina”, que pone como primer plato en el nuevo comedor construido por Rafael Moneo, inaugurado por la infanta Cristina en la primavera de 1994. Allí, el presidente Ibarra, anuncia ante la infanta y el cardenal arzobispo de Toledo, que inicia el expediente para que el Consejo de Ministros le otorgue la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, que le fue concedida en el 95. Fray Juan publica “100 recetas de fray Juan de Guadalupe” y “115 recetas. Recetario de vigilia desde el convento de San Buenaventura de Sevilla” (Sevilla, 2007).
             Carlos V visita Guadalupe en 1525; Felipe II en 1570; Felipe III en 1605, 1618 y dos veces en 1619; Felipe IV; Alfonso XIII corona a la Virgen en 1928; los Reyes Juan Carlos I y Sofía; los Reyes de Bélgica, Alberto II y Paola; los Príncipes de Asturias…, y hasta un papa, Juan Pablo II, el 4 de noviembre de 1982.
            ¿Y Plasencia? Álvaro de Zúñiga, duque de Plasencia, recibe de Isabel el título de duque de Béjar en 1485. Los duques de Plasencia y Béjar hacen promesa de levantar una iglesia y convento en honor de san Vicente Ferrer, de la Orden de Predicadores, en Plasencia, bendecida el 13 de abril de 1487 por fray Pedro de Villalobos, visitador general del Obispado de Plasencia. La nobleza hace instalar allí un colegio para remediar la ignorancia de los hombres de esas tierras, el primer colegio de Extremadura. El duque de Plasencia y Béjar fallece en esta última ciudad en 1488. Su sucesor, el duque de Plasencia y Béjar, Álvaro de Zúñiga y Guzmán, ordenó su enterramiento en la iglesia de San Vicente Ferrer de Plasencia, en la capilla mayor, al lado del Evangelio.
           Trujillo, Madrigalejo, donde la unidad principia; Guadalupe, Yuste, donde la paz reside; Cáceres, o la historia recreada, donde Isabel reina y manda.


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