sábado, 27 de octubre de 2012

ESTAR DE ACUERDO EN NO ESTAR DE ACUERDO

            Por segunda vez, la abstención activa de IU ha servido para derrotar la enmienda a la totalidad de los Presupuestos de Extremadura presentada por la oposición socialista. ¿Qué sentido tiene una enmienda a la totalidad? El mismo de siempre: la devolución de los Presupuestos al Gobierno para rectificarlos en su totalidad, y no por vía de enmiendas parciales porque, aunque se esté de acuerdo en la forma, no se está de acuerdo en el fondo; es decir, se trata de reafirmar “estar de acuerdo en no estar de acuerdo”, como antes hicieren el PP e IU, que ahora los aprueban, cuando el PSOE gobernare la Comunidad.
              En el día en que se dio a conocer la EPA del tercer trimestre del año, que eleva a 167.000 los parados en Extremadura, con 2.600 parados más, lo que sitúa la tasa de paro en el 32,6 por ciento, la tercera más alta del país, quizá resultare peor tener unos Presupuestos, que “solo ofrecen más paro y recesión económica”, según el líder socialista, Guillermo Fernández Vara, que la prórroga de los anteriores. Del mal, el menos.
              No se entiende muy bien, empero, que, en la coyuntura económica actual, la derrota de una enmienda a la totalidad sea acogida por los redactores de los Presupuestos con una alegría inusitada, felicitando al sumo sacerdote hacedor y consejero de Hacienda, dándose besos y palmaditas efusivas entre ellos, como si hubiesen pasado el Rubicón al ver despejado el horizonte. Más propia, caballerosa y parlamentaria, fue la actitud de Vara, quien se acercare a felicitar al consejero Antonio Fernández, ganador frente a perdedor, en una actitud que le honra porque, pese a todo, piensa en la gente a la que ve buscando basura en los contenedores al regresar a casa, algo que ni el PP, con su voto a favor, ni IU, con su abstención activa, parecen querer ver, como el paro creciente y el empleo menguante.
              Por qué, entonces, la enmienda a la totalidad: porque Vara piensa en la gente, no solo en las cifras; ve a las personas, con sus necesidades y hambre; con su paro a cuestas camino de Cáritas en busca de un plato de comida, buscando en los contenedores algo para comer, lo que le hace sentirse “un político fracasado”, porque ni su política, ni la de los otros que aprueban las cuentas, dan solución a los problemas de los ciudadanos; pero, mientras él entona su “mea culpa”, los diputados populares y los de IU festejan su triunfo que, en modo alguno, es el de la ciudadanía.
              El PSOE enmienda a la totalidad porque otro mundo es posible y otros Presupuestos como “alternativa real a las cuentas presentadas”, y ofrece alternativas pensando en las personas, más que en las cifras, aun a sabiendas de que su enmienda a la totalidad sería derrotada. Vara da la cara para decir: estoy de acuerdo en no estar de acuerdo, porque no han contado con ellos, único grupo de la oposición, humillándole con su silencio, mientras él los felicita por su aprobado, porque los tres de IU otorgaren con su “silencio activo”.
              El consejero de Hacienda descalifica la enmienda al nivel de “bono basura”, la suspende como catedrático, y su único argumento es que son unos “Presupuestos realistas para cumplir con los objetivos de déficit y crear empleo”, porque así lo pide España y lo demanda Europa, asegura. Si se los dictan, ¿cuál es, entonces, su lección magistral…?
               Pedro Escobar, por IU, señala que los Presupuestos “no van a acabar con el paro y no nos gustan” y los califica como “escasos e insuficientes”, aunque se arrogan para sí la paternidad de la deuda histórica y la renta básica que contienen las cuentas; pero justifican que no presentan enmienda a la totalidad para salvar a Monago ni para meterle el dedo en el ojo al PSOE, sino que lo hacen pensando en los extremeños “y en nosotros”, porque asegura que “hay que pensar en las personas, no en el poder”.  Y culpa, además, al PP y al PSOE por asumir la obsesión europea sobre el déficit y la deuda. Es decir, IU afirma no estar de acuerdo, pero sí lo está para aprobar las cuentas que no le gustan. ¿En qué quedamos: si no les gustan, por qué hacen posible su aprobación con su abstención activa? Sencillamente, porque, aunque son quienes son y dicen defender lo contrario de lo que afirman, en ningún caso desean que el PSOE vuelva al poder. Antes con sus adversarios por naturaleza que con sus aliados más próximos por ideología. ¿Quién piensa aquí en las personas? Desde luego, no el PP, ni mucho menos IU, cuyas decisiones fueron suspendidas desde el principio por su jefe federal, Cayo Lara.    
             Y, ahora, a enmendar parcialmente para que todo siga igual o peor...     
  

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