martes, 30 de noviembre de 2010

PATRIOTISMO, PATRIOTAS, PATRIOTEROS…

Son más patriotas quienes, sin confesar amor a su patria, procuran su bien porque la aman más que los patrioteros, que alardean inoportunamente de patriotismo. La virtud del patriotismo no es exclusiva del patriota que lo vocea ni del patriotero que lo alardea. Se es patriota por pertenecer a una patria común, como son compatriotas quienes en ella conviven; pero el ser no significa ejercer. Lo somos, pero no ejercemos, como podemos ser católicos, pero no practicantes de nuestra propia fe.

El patriotismo es un sentimiento propio del patriota que, amando a su patria, desea y procura su bien. No es, pues, una conducta que pueda alinearse con una ideología. No es más patriota una persona de derechas que de izquierdas, ni hubiere por qué, como no fuere mejor cristiano quien, aun recibiendo los sacramentos, no diere el ejemplo que debiere por practicar su doctrina.

Qué une a quienes, considerándose a sí mismos patriotas, sino el amor por su patria, como a la pareja, y el deseo de procurar su bien; pero cuando nos une más una selección deportiva que un proyecto común, ¿podríamos hablar de patriotismo o, más bien, de patrioteros?

Acostumbramos a ser patriotas de boquilla, porque no tenemos el sentimiento ni ejercemos como tales, y al final devenimos en patrioteros, que alardeamos de lo que carecemos.

En una situación como la actual, los patriotas colaboran y arriman el hombro para sacar a su patria del atolladero por encima de las diferencias que nos separen, porque la patria es de todos, y todos hemos de procurar su bien; pero quienes se consideran en posesión exclusiva del patriotismo, no solamente no lo fueren, sino lo contrario, porque, alardeando inoportunamente de él, son capaces de colocar palos en las ruedas de sus adversarios políticos para que caigan ellos, y la patria si preciso fuere, con tal de salvar su alma electoral, en penitencia, antes que condenarse eternamente en el desierto de la oposición. Patrioteros del común que proclaman tener la exclusiva del patriotismo, cuando son capaces de poner en peligro su propia patria que dicen amar; falsos patriotas que no ejercen el patriotismo y pretenden dar lecciones sobre él. Ya lo dijo Jesucristo: “Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.” (Mat. 7:15-16)

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