lunes, 22 de abril de 2024

UN PRODIGIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA DE LA MONTAÑA EN MARZO DE 1835


    Qué fuere un prodigio, como señalare el autor, sino una “maravilla, milagro, portento, asombro, fenómeno”, sinónimos todos del vocablo, según la Real Academia Española de la Lengua (RAE). Del latín, prodigium, en una primera acepción, señala como `prodigio´, un “suceso extraño que excede los límites regulares de la naturaleza”; en una segunda, “cosa especial, rara o primorosa en su línea”; y la tercera, `milagro´, “hecho de origen divino”.

    Sea como cada quien quisiere señalarlo, el `prodigio´ lo relata el presbítero que firma D. M. S., en el “Boletín Oficial de Cáceres” del día 3 de abril de 1835, bajo el título de “Comunicado” (Cáceres, Imprenta de don Lucas de Burgos, 1835).

    Señala el autor que, “aunque son bien notorias en la provincia, y aun en gran parte de la Nación, las maravillas, milagros y favores que nuestro Dios y Redentor Jesús ha dispensado en todo tiempo á los vecinos de esta Villa y Capital de Cáceres por la mediación de su Patrona, la Sacratísima Virgen María, cuya Efigie veneran con el título de Montaña, no debe estar en silencio, antes por el contrario hacerse tan notorio que nadie lo ignore, el prodigio obrado ahora recientemente por la intercesión de esta Sacratísima Señora”.

    Relata el presbítero que el Ayuntamiento de la villa y capital, viendo con dolor la ruina que amenazaba a los campos, estableció acogerse (“como en toda aflicción lo ha hecho”) al refugio de la Montaña y determinó la bajada en procesión pública para rogativas la tarde del 24 (de marzo del mismo año). El día amaneció “despejadísimo”; pero tan pronto como la mueven de su trono, a las 11:00 del mismo día, para adornarla y ponerla en las andas, se levantaron algunas nubes… A las cuatro de la tarde salen procesionalmente desde Santa María (hoy concatedral) el clero, las venerables religiones de Santo Domingo y San Francisco, el pleno del Ayuntamiento, presidido por el gobernador civil; un piquete de la Milicia Urbana y una numerosísima parte del pueblo.

    Por instantes, se vieron aumentar las nubes según se aproximaba el movimiento de la patrona. “Lo cierto es que se retrasó algún tanto la salida de la procesión del santuario por la lluvia que cayó, y continuó variando de direcciones toda la tarde”…  Añade el cronista admirado: “¡Cuál sería el gozo de los devotos cacereños a la vista de tan patente milagro!” Resulta imposible describirlo y añade que, a la llegada de la Virgen a Santa María, cerca de la noche, el obispo de Coria ocupó la cátedra de Espíritu Santo, “infundiendo sapientísimamente a sus amados hijos en Cristo la devoción y confianza en María Santísima”.

    El día 25, para que los fieles redoblasen su devoción y súplicas, el obispo determinó sacar en procesión pública la sagrada imagen por las calles. La procesión la presidía Su Excelencia Ilustrísima, a quien acompañaban, como en la tarde anterior, el Ilustre Ayuntamiento, el gobernador civil y el comandante general del distrito militar, con el correspondiente piquete de Milicianos Urbanos, “estando toda la carrera de la procesión ricamente colgada”.

    La atmósfera continuó cargada “y ya hemos visto romperse las cataratas del cielo y llenar la tierra de agua. Y á la vista de tan repetidos beneficios como diariamente experimentan los cacereños de su soberana y patrona, ¿no podrán con razón vanagloriarse de ser los predilectos de María Santísima?”

    Concluye el cronista con el deseo de que “Dios quiere abrir con los ojos de la fe a los que lean este comunicado, para que viendo a las claras los beneficios que María Santísima de la Montaña prodiga sobre su pueblo devoto de Cáceres, se aumente la devoción a la Reina de los Ángeles y hombres, única e irresistible medianera entre estos y Dios, cuyo fin se ha propuesto el dar al público esta cristiana noticia”.


viernes, 19 de abril de 2024

MYRIAM RIVERO, ESCRITORA, MODERADORA DEL FESTIVAL DE NOVELA NEGRA DE MORALEJA



Myriam Rivero Rodríguez (Plasencia, 01/04/1993) es administrativa de profesión (técnico superior en Administración y Finanzas), escritora de vocación y moderadora del Festival de Novela Negra “Gata Negra” de Moraleja (Cáceres) desde que presentara en él su novela “El enviado”, seleccionada en la primera edición.

Firma sus obras como “Myriam”, aunque la Academia dice que la forma tradicional española que corresponde a este nombre es “Míriam”, con tilde, al ser palabra llana terminada en consonante que no es ni “n” ni “s”, aunque también se admita la variante “Mirian”.

Nacida y criada en la Ciudad del Jerte, donde vino al mundo y donde sigue viviendo, comenzó su aventura literaria con dos obras: “Recuerdos hacia un destino” (2007) y “Obsesión” (2008), que fueron autopublicadas. Su tercera obra, “El enviado” (2021), fue presentada al I Festival Octubre Negro de Madrid y seleccionada por la editora promotora del concurso (Atlantis). Su lanzamiento se realizó en 2021 y fue incluida en la colección de novela negra “Sed de mal”.  Entre su segunda y tercera novelas, fue madre de tres hijos.

Ha sido seleccionada por varias antologías internacionales de poesía erótica y microrrelato y participado en varias revistas, tanto online como física, como AZVuelapluma o El Espejo.

Fue finalista en un concurso de microrrelatos en febrero de 2022 de Real Noir, editorial de novela negra que integra a escritores españoles y extranjeros, que tienen en ella su mejor expresión.

Forma parte de la directiva de la Asociación de Encuentros Literarios (AEL), con sede en Alicante, que se dio a conocer oficialmente en Plasencia en febrero de 2023 durante el II Encuentro de Autores. Fue la organizadora del citado Encuentro, con más de ochenta participantes de toda España. El Encuentro sirvió como excusa para relacionarse con otros escritores, disfrutar de la gastronomía típica y conocer la ciudad con visita guiada incluida. AEL organizó en 2023 un concurso de relato erótico internacional del que fue miembro del jurado.

Ha colaborado en la última novela de Manuel Avilés, “357 Magnum”, respecto a las escenas eróticas, que se presenta el próximo viernes, día 24, en Alicante.

En la actualidad se encuentra terminando su cuarta novela y embarcándose en una quinta, en la que cambia del género de novela negra a novela erótica.

La autora, que pertenece a la Asociación de Escritores Extremeños (AEEX), participa en actividades culturales, como encuentro de autores, “literatura en mi pueblo” o charlas en centros educativos.


martes, 16 de abril de 2024

SANDRA BENITO, LA POETA PLACENTINA REVELADA EN 2022


Sandra Benito Fernández (Plasencia, 1992) fue incluida por el profesor y poeta placentino Álvaro Valverde en la lista de los autores más relevantes de 2022 en la revista El Cultural.

Graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura, está en posesión del Máster de Formación del Profesorado por dicha universidad y el Máster de Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Asimismo, está ultimando sus estudios del grado de Historia del Arte por la misma universidad.

En 2020 publicó su primer poemario, Ciudad abierta, en la Editora Regional de Extremadura y, en 2022, Víspera de la luz, en RIL Editores. Ha sido incluida en antologías tales como La materia cambiante (2019), Letras para Crecer (2019) y Soplo de Vida (2021). Asimismo, sus poemas han sido recogidos en revistas como Turia, Suroeste, Versión Original y Heterónima. Actualmente ejerce de profesora de lengua castellana y literatura en Alburquerque (Badajoz). Reside en Cáceres.

De su poemario Ciudad abierta, el crítico, poeta y traductor Eduardo Moga ha destacado “su precisión, su fuerza delicada, su inteligente análisis de los sentimientos y su espíritu cosmopolita. No está mal para un primer libro. Sobre todo, me gustó (y me sigue gustando) su limpieza y su veracidad: algo indefinible, en el aire de los versos, que indica que eso es poderoso, que tiene alma y —en el caso de una autora joven como Sandra— que tiene futuro. En el libro destaca también el elegante formato clásico de la Editora, con el que tantos la habíamos identificado a lo largo de los años (diseñado por el malogrado Julián Rodríguez Marcos), recientemente recuperado”.

De Víspera de la luz, su segundo poemario, Juan Ramón Santos afirma lo siguiente: “En el libro de Sandra hay dolor, hay tristeza (los dos términos, por cierto, que más veces aparecen nombrados en sus poemas), pero también hay amor, hay ternura, hay esperanza. Hay una luz que asoma al fondo, y hacia la que la voz poética se encamina, y hay un propósito de llegar a ella a través de la palabra, pero poco más se puede decir de cierto sobre él, poco más se puede saber, aunque todo, o casi todo, se puede sentir, o intuir, esa forma de conocimiento tantas veces segura y que tan poco apela, en realidad, a la razón.”

El también crítico Enrique García Fuentes subraya que “este nuevo libro de Sandra Benito Fernández, el segundo tras el atractivo Ciudad abierta, cumple a rajatabla semejante aforismo porque, pese a contar con un pórtico tan perfectamente labrado y tan redondo como es el emblemático poema “Identidad”, que lo inicia, a lo largo de su bien pautado recorrido posterior vamos a comprobar que lo que en él se anunció no va a llegar del todo. Asistimos a un proceso de desposesión, que va dejando atrás las últimas sombras de la infancia y camina valiente y decidido hacia la nueva luz. En definitiva, el segundo peldaño de una trayectoria más que prometedora se clausura con una nota muy alta”.


lunes, 15 de abril de 2024

HIMNO CONTRA EL RACISMO



    Las llamadas al respeto y a la igualdad son continuas en todos los estadios. “Respect” (en castellano, respeto), la canción escrita e interpretada por el artista estadounidense Otis Rendding en 1965, se convirtió en un himno para los movimientos cada vez más grandes de los derechos civiles y los derechos de las mujeres. Hoy, el título de la canción es una llamada a la tolerancia y contra el racismo.

    El racismo sigue estando presente en nuestra sociedad y en todo el mundo. Combatirlo es una cuestión fundamental del respeto a los derechos humanos. La UE, las federaciones deportivas, nacionales e internacionales, intensifican las medidas para erradicarlo. Todos los esfuerzos, los anuncios y las llamadas parecen insuficientes. Cada fin de semana, los jugadores de color, los miembros femeninos de los equipos arbitrales y los componentes de equipos femeninos, sobre todo de fútbol, son objeto de agresiones verbales por parte de los aficionados, como si el color de la piel y el sexo fueren determinantes para la práctica deportiva.

    Los árbitros, con autoridad bastante para ello, pueden parar un partido y obligar al delegado de campo a que se haga una llamada de atención para que cesen los gritos homófobos o racistas. Los clubes expulsan del estadio a quienes, como energúmenos, no aprecian los valores del deporte y exaltan lo contrario con sus gritos y cánticos.

    Afortunadamente, son cada día menos. Los esfuerzos de profesores y alumnos, la participación de los niños con los jugadores y equipo arbitral, dándose la mano para saltar al campo, al inicio del partido, no solo crean afición a un deporte y su práctica, sino que contribuyen a acercar aún más a aquellos al espíritu deportivo y sus valores.

  Acaba de salir un himno que debiera cantarse en todos los estadios, por adultos y jóvenes, el Himno contra el racismo, estrenado en el partido Getafe-Girona, disputado hace un mes (el 16 de marzo). La Liga y sus clubes han puesto en marcha la campaña “1voiceVSRACISM” (una voz contra el racismo), una iniciativa con la que alzar la voz contra la xenofobia a través del fútbol. Los 42 equipos de Primera y Segunda División entonan un nuevo himno que unirá todas las voces al unísono contra el racismo para influir de manera positiva y construir un fútbol sin barreras.

    Dice así la letra:

  “Hay un color, que recorre el planeta,

  Bajo tu camiseta y es el mismo de mi corazón.

  Yo te amaré por encima de todo,

  Más allá del escudo,

  Solo unidos podremos vencer.”


miércoles, 10 de abril de 2024

SALVADOR VAQUERO, ABOGADO, CONSERVACIONISTA, EMPRESARIO Y ESCRITOR PLACENTINO


    En la década de los noventa y a principios de este siglo, Salvador Vaquero Montesino (Plasencia, 1966) se dio a conocer como conservacionista y periodista en El Periódico Extremadura y, más tarde, como escritor. Licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura en 1989 y diplomado en Gestión Inmobiliaria por el Instituto Europeo de Formación Profesional Superior en 1992, trabajó como redactor de El Periódico Extremadura en calidad de cronista de tribunales (1992-1995) y corresponsal del diario ABC en Cáceres (1991-1994) y más tarde como abogado (noviembre de 1992-diciembre del 2000) y profesor de formación privada de 2000 a 2009. Entre los años 2013 y 2014, publicó semanalmente en El Periódico Extremadura la sección “Letras Desnudas”, en la que entrevistaba a un escritor de raíces o arraigo extremeño, con el fin de difundir sus obras y darlas a conocer a los lectores.

    Durante años, participó activamente en distintas asociaciones conservacionistas, de ocio y tiempo libre, realizando repoblaciones forestales, campañas en defensa de animales en peligro de extinción y campamentos de educación ambiental en las comarcas del Valle del Jerte, Sierra de Gata y Las Hurdes.

    Como escritor se dio a conocer al lograr en 2012 el primer premio “Cáceres” de novela corta en su XXXVII edición con su obra “El hombre olvidado”, situada en la época de la Restauración, “la única etapa en la que Extremadura ha sido protagonista”, según confesó en una entrevista.

    Además de este, tiene más de cuarenta premios literarios, entre los que destacan el premio de periodismo “Dionisio Acedo” 1994, el I Premio del V Certamen Literario Hispano-Luso de Novela Corta “José Antonio de Saraiva” 2004, de Villanueva del Fresno; el primer premio del XII Certamen Literario “La Cárcel”, del Ayuntamiento de Totana (Murcia) en 2004 ; el segundo premio de novela corta “Ciudad de Mérida” (2004), el primer premio del XIII Concurso de Cuentos “Valbón” de Valencia de Alcántara, el primer premio en el Certamen Nacional de Cuentos “Gerardo Rovira” del Instituto de Bachillerato  “Gabriel y Galán” de Plasencia (1983); el primer premio del Certamen Nacional de Prosa “V Letras de Baños”, de Baños de Montemayor (2003); primer premio del XXIX Certamen Literario “Helénides de Salamina” 2021; primer premio del VI Concurso de Relatos “Villacañas 3 minutos” en 2023, y el primer premio del II Certamen Literario “Rosalía Sala Vallejo” de la Federación de la Organización de Mujeres de Lorca (Murcia).

    Entre sus novelas publicadas, censa los siguientes títulos:   “Aprendiz de hombre” (Dirección General de Promoción Cultural de la Junta de Extremadura, 2003), “La fuerza de las espigas” (Gráficas Hache, 2005), “El hombre olvidado” (Diputación de Cáceres, 2013), “Hombres sin fronteras”, (Editora Regional de Extremadura, 2014), “El Corregidor” (Editorial Norbanova, 2018), “La tierra donde acaban las mentiras” (Gráficas Hache, 2019), “La puerta de la traición” (Colección Lunas de Oriente, Editorial De la Luna Libros, 2021) y un libro de relatos cortos: “La Leyenda de la guadaña oxidada” (Quazris, 2006).

viernes, 5 de abril de 2024

LA VIRGEN DEL PUERTO, ALCALDESA HONORARIA DE PLASENCIA Y MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD


Todavía conmocionados por el robo de las coronas de la Virgen del Puerto y la del Niño en el Museo de la catedral el pasado Domingo de Ramos, Plasencia se dispone a celebrar el próximo domingo, día 7, la tradicional romería del Puerto en su santuario.  

La patrona de Plasencia fue declarada alcaldesa honoraria de la ciudad por el pleno extraordinario del ayuntamiento, celebrado la víspera de su coronación, el 26 de abril de 1952, bajo la presidencia del alcalde, Fernando Varona Verea. En aquella sesión, el primer teniente de alcalde, Joaquín Silos Hernández, presentó un escrito en el que se hacía constar el fervor mariano de la corporación; que se hiciera constar en acta al principio de todas las sesiones que celebre el Pleno la inscripción “Plasencia por Santa María del Puerto” como “homenaje y veneración a nuestra Madre y excelsa patrona, la Santísima Virgen del Puerto en el día de su coronación”; la creación de cuatro becas “Virgen del Puerto” para la carrera eclesiástica, otra para Bellas Artes, una tercera para carreras especiales universitarias o militar y la última para estudios laborales; declarar festivo el día 27 de abril, celebrando ese día el Ayuntamiento una función religiosa en el santuario o en San Martín; felicitar al obispo por haber llevado a feliz término todos los trámites para la coronación canónica, propuestas que la corporación aprobó por unanimidad, así como nombrarla alcaldesa honoraria de la ciudad.

En la sesión extraordinaria celebrada el 17 de abril de 2002, con motivo del cincuenta aniversario de la coronación canónica, siendo alcalde de la ciudad José Luis Díaz, el Pleno acordó conceder la Medalla de la ciudad en su máxima categoría a Nuestra Señora la Virgen del Puerto y hacerle entrega de la misma el día 20 con motivo de su bajada a la ciudad durante los actos del recibimiento en el Parque de la Coronación. En la moción presentada por la Alcaldía se hacía constar que la Virgen del Puerto era Reina, título concedido por la Santa Sede en 1952, siendo obispo de Plasencia don Juan Pedro Zarranz y Pueyo; Madre, en virtud de su maternidad espiritual y universal, proclamada solemnemente por el Concilio Vaticano II como tal; Patrona, concedido por el papa San Pío X; y Alcaldesa Honoraria, título concedido por el Ayuntamiento de Plasencia el 26 de abril de 1952,

La imagen de la patrona se recordaba en la moción, ha encontrado su réplica en los siguientes lugares: Madrid, junto a la Ribera del Manzanares, en santuario expresamente construido en el año 1725 por el primer marqués de Vadillo, don Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, que fue corregidor de esta ciudad; Canarias en San Miguel de Abona, a iniciativa de su párroco, don Miguel Castro Sánchez en 1978; Argentina, en Formosa, por iniciativa de su obispo, don José Vicente Conejero Gallego; Barriada de la Virgen del Puerto, en Cádiz, por sugerencia del placentino don Luis López Fernández, dando nombre a una barriada mediante mural de cerámica de la Virgen del Puerto.

Tomás Martín Gil, en su obra “Coronación canónica de la Santísima Virgen del Puerto, patrona de Plasencia”, narra los precedentes de la coronación canónica de la patrona de la ciudad. Sostiene que, desde que tomó posesión de su sede placentina, el obispo Juan Pedro Zarranz y Pueyo no dejó de apuntar su ilusión por verla coronada canónicamente. El 27 de marzo de 1951 convocó a los capitulares a un Cabildo extraordinario y les comunicó el proyecto. Dos días más tarde se celebró una reunión en el Seminario con el Cabildo de la catedral, párrocos de la ciudad y autoridades, en la que el prelado expuso lo que podía ser la coronación y los frutos que anhelaba conseguir con ella. El proyecto se puso en marcha inmediatamente con la constitución de una Junta de Honor presidida por el obispo, quien nombró otra ejecutiva para encauzar los trabajos y actividades. Comenzó a publicarse una hoja semanal, “Plasencia”, en la que se daban noticias de los preparativos. El día de la Inmaculada se enviaron a Roma las preces solicitando la gracia de la coronación. Un mes más tarde se recibía la contestación de dicha gracia, firmada por el cardenal Tedeschini, arcipreste de la Santa Basílica Patriarcal del Príncipe de los Apóstoles de Roma, quien afirmaba que, “reunidos en sala capitular el 16 de diciembre del año en curso, acordamos y decretamos que la imagen de Santa María del Puerto sea solemnemente coronada en nuestro nombre con corona de oro. Dado en el Vaticano el día 27 de diciembre del año del Señor de 1951, XIII del Pontificado de Nuestro Santísimo Señor el Papa Pío XII”.

La noticia de la concesión la hizo pública el prelado el 16 de enero, fiesta de San Fulgencio, patrono de la diócesis. Las campanas de la ciudad repicaron, mientras en la catedral se cantaba un Te Deum. La Hoja “Plasencia” anunciaba como fecha para la coronación el domingo 27 de abril.

Plasencia pudo contemplar durante varios días la corona que había de ceñir la Virgen del Puerto, construida en los talleres del orfebre Félix Granda. “Las dos coronas, la de la Virgen y la del Niño, son totalmente de oro de ley. En ellas se han empleado 2.261 gramos de oro y 85 de platino. La pedrería se clasifica así: 124 brillantes, 1.377 rosas, 15 perlas; una perla japonesa; 39 medias perlas; 506 aljófar; 44 turquesas; 53 esmeraldas; 175 rubíes; 4 granates; 7 aguas marinas; 68 zafiros; dos rosas de Francia; 8 amatistas; 23 topacios; 100 olivinas y 12 turmalinas. En el reverso lleva cuatro esmaltes con los escudos del Papa Pío XII, el obispo don Juan Pedro Zarranz, el de la catedral y el de la ciudad.

A la 13:05 minutos de la tarde del 27 de abril de 1952, el nuncio de Su Santidad, Cayetano Cicognani, coloca primero la corona al Niño y después a la Madre. Suenan las músicas y estallan los cohetes. Más de 50.000 personas “dejan explotar el volcán reprimido de sus pechos. Cientos de palomas saltan en raudo vuelo en torno al altar, marcan una hora y una fecha que quedan vinculadas a la vieja ciudad de Alfonso VIII, que será ya por siempre el Parque de la Coronación”.

Ni la patrona de Plasencia ni su Hijo podrán lucir este próximo domingo las coronas de aquel día, que sufragaron los placentinos. No es la primera vez que le roban a la patrona. En octubre de 2009 le sustrajeron la medalla de plata que se da a besar a los devotos durante su estancia en la catedral.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Plasencia, actas capitulares del 26/04/1952 y 17/04/2002; Martín Gil, Tomás: Coronación canónica de la Santísima Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, Editorial Era Nova, Barcelona y Diario Hoy, de 29/10/2009.

sábado, 30 de marzo de 2024

CÉSAR LOZANO CAMBERO, PÁRROCO DE SANTA EULALIA, HIJO ADOPTIVO DE MÉRIDA EN 1958


César Lozano Cambero (Carmonita, Badajoz, 18/04/1884; Mérida, 28/02/1959), párroco de la basílica de Santa Eulalia, patrona de Mérida, llegó a la ciudad el 11 de julio de 1914 como coadjutor de Ildefonso Rodríguez Ramírez, fallecido el 7 de enero de 1919, y, tras conseguir la segunda plaza en el concurso de curatos vacantes del Obispado de Badajoz, fue nombrado cura párroco de Santa Eulalia. Nacido en Carmonita, donde su padre ejercía como secretario del ayuntamiento, cursó sus estudios de preparación al sacerdocio en el seminario pacense de San Atón, en el que recibió la ordenación sacerdotal el 3 de mayo de 1908.

    La primera referencia que se tiene de él en la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia fue la de predicador del sermón del Trecenario en 1917. Las actas le califican como “digno, culto y virtuoso sacerdote” y hablan de “las buenas condiciones de su carácter”, que redundarían en beneficio de la asociación de la patrona. Don César estuvo al frente de la parroquia durante cuarenta años.

    Con motivo del cincuenta aniversario de su defunción, Antonio Mateos Martín de Rodrigo fue el encargado de hacer el perfil biográfico por el párroco, Antonio Bellido Almeida, y el presidente de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, José María Álvarez Martínez.

    En él cuenta que la parroquia de Santa Eulalia, primer templo de todos los territorios de la Orden de Santiago, privada injustamente de su preeminencia secular sobre la iglesia de Santa María, se había convertido sin los auxilios santiaguistas en la parroquia más pobre y en un templo en estado de ruina casi total. Solo podría utilizarse la nave contigua al presbiterio, ya que el tejado restante se encontraba deshecho.

    El nuevo párroco hubo de sortear todos los inconvenientes económicos y de la Subdelegación de Monumentos emeritense y el 10 de noviembre de 1923 remataba la restauración de la iglesia. La restauración fue lenta y costosa. “Hubo que remozar las techumbres y los artesonados, cuenta Juan Fernández; limpiar la cal que cubría muros y paredes, descubrir la belleza de bóvedas, arcos y capiteles; replantear de nuevo todos los pisos, que eran de ladrillo; construir una nueva sacristía (ahora museo de la basílica), casa parroquial, ya destruida, y arreglo del camarín de la santa, malparado por la acción de un rayo.

    Don César era un hombre emprendedor, decidido y enérgico. Sustituyó la imagen de Santa Eulalia sin dar conocimiento a nadie y el óvalo de la cara. Fueron muchas sus actuaciones, incluso de beneficencia. Para ello contó con un grupo de personajes emeritenses, casi todos miembros de la Asociación, entre ellos Juan Ramírez de Freitas, Miguel Sáez Rodríguez y, especialmente, Felipe Corchero.

    El párroco de Santa Eulalia gestionó, igualmente, el adecentamiento del atrio de la basílica, que era descansadero de los animales que se embarcaban en los vagones del ferrocarril de la antigua compañía de Madrid a Zaragoza y Alicante (M. Z. A.)

    Fue nombrado canónigo honorario de la catedral mejicana de Mérida, en Yucatán, por el arzobispo Fernando Ruiz de Solórzano. Como agradecimiento, el párroco le encargó al escultor emeritense Juan de Ávalos una imagen de Santa Eulalia con destino a la catedral de San Ildefonso de aquella ciudad homónima.

    Durante la Guerra Civil, según el citado informe, don César fue el valedor de unos y otros, de ambos bandos, para ser salvados; revitalizó y creó numerosos grupos parroquiales que dieron vida a la basílica: la asociación, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, los Jueves Eucarísticos y las Cofradía de los Excombatientes y de los Ferroviarios. Asimismo, destacó por su acendrada devoción a la patrona, “su santita”. En una peregrinación a Zaragoza con las imágenes de Nuestra Señora, en representación de las diócesis españolas, don César logró que la única imagen no mariana fuera la de santa Eulalia.

    En el Pleno ordinario del Ayuntamiento de Mérida, celebrado el 22 de abril de 1958, el alcalde, Francisco López de Ayala y García de Blanes, presentó una moción, leída por el secretario, en el que se enumeraban los méritos contraídos por don César Lozano Cambero, párroco de la iglesia de Santa Eulalia, canónigo honorario de Mérida de Yucatán (México), capitán castrense y profesor del Instituto de Enseñanza Media, entre ellos los siguientes:

    Haber desempeñado sin interrupción desde el 3 de mayo de 1908 el cargo de párroco, que sigue ostentando con el mayor celo apostólico y máximo beneplácito de todos sus feligreses y de todo el vecindario; haber creado y organizado infinidad de asociaciones, centros y entidades diversas con el mayor éxito, dirigidas a mantener y elevar el espíritu cristiano de los habitantes de esta ciudad; haber conseguido con escasísimos medios diversas reconstrucciones de la iglesia, monumento nacional, que rige, y dotarla de unos medios y de una presentación admirada por propios y extraños.

    Asimismo, haber organizado diversas instituciones benéficas de toda la ciudad en favor de los necesitados que paliaren innúmeras desgracias; haber sido el inspirador, promotor y realizador de unas cofradías de Semana Santa que, tanto por el número de sus cofrades, como el número y valor de sus pasos, demuestra la influencia de su intervención; haber puesto a prueba la capacidad de sacrificio y de amor al prójimo con motivo de las difíciles situaciones producidas durante nuestra Guerra de liberación.

Busto de César Lozano en el atrio de
la basílica de Santa Eulalia

    Finalmente, por haber guardado durante su larga vida sacerdotal el más profundo respeto a todas las autoridades que rigieron la población, con las que mantuvo siempre las mejores relaciones, y otros muchos conocidos en la localidad…, más que suficientes para que sea acreedor de este pueblo y a que se le reconozca de forma expresa, que perpetué el agradecimiento del vecindario y de sus autoridades.

    El Pleno acordó por unanimidad que se cumplan los requisitos legales para que sea ejecutivo el nombramiento de Hijo Adoptivo, que se hará constar en artístico pergamino. El Pleno celebrado el 9 de abril de 1959 acordó manifestar el pésame por su fallecimiento.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Mérida. Perfil biográfico del párroco de Santa Eulalia, don César Lozano Cambero, en el cincuentenario de su muerte, por Antonio Mateos Martín de Rodrigo, secretario de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia y Diario Hoy.